
El suceso ocurrió en el año 2023, durante una excursión escolar a Málaga, que realizaba el segundo curso de la ESO, de un colegio concertado de Valencia. La víctima, ahora de 16 años, sufrió una violación grupal por cinco compañeros de clase lo que provocó que entrara en estado catatónico durante unos días. Un informe de Las Provincias expuso después que el menor padecía de "trastorno de estrés postraumático cronificado con graves episodios de amnesia disociativa" a raíz de lo sucedido.
Antes de la agresión, el menor ya era objeto de acoso y burla por parte de este grupo. Lo discriminaban por su aspecto físico y ejercían una presión constante sobre él, obligándolo a sentarse en la última fila de clase, alejado al resto de sus compañeros e impidiéndole mantener un seguimiento normal de las clases. El acoso también se trasladaba fuera del horario escolar, con incesantes llamadas y vídeos de contenido sexual.
Un niño violado por cinco compañeros en un viaje de su colegio: «Que sufra, quiero ver cómo sufre» https://t.co/7XfE5YyQqg
— El Norte de Castilla (@nortecastilla) June 6, 2025
Finalmente, en un hotel de Benalmádena (Málaga), durante un viaje organizado por el colegio con motivo de la celebración de unas jornadas deportivas, los agresores lo acorralaron en un pasillo y lo forzaron a entrar en un cuarto de baño, lugar donde se dieron los hechos.
"Que sufra, que sufra, quiero ver cómo sufre"
La manada de menores comenzó instigando a la víctima a ver videos sexuales y le amenazaron de muerte para que se masturbase. Después se turnaron para forzarlo, mientras que el líder del grupo gritaba: "Que sufra, que sufra, quiero ver cómo sufre". Así recreó lo sucedido la Fiscalía de Menores, tras analizar las pruebas de los hechos.
Tras la brutal agresión, la víctima de trece años, sufrió continuas amenazas para que no hablase de lo sucedido, llegando a recibir más de trescientas llamadas por parte de los agresores. En un principio, el menor, por miedo a que el acoso se pudiera trasladar a sus dos hermanos pequeños, que también estudian en el mismo colegio, se mantuvo en silencio durante dos meses. Sin embargo, su salud mental se vio gravemente afectada y terminó confesando lo que había pasado, tras entrar en un estado catatónico. Fue el primer psicólogo que lo atendió quién interpuso la demanda, tras informar a los padres de lo que había pasando.
A raíz de la violación grupal y el costante acoso el menor se vio obligado a ingresar en el Hospital de la Fe hasta en tres ocasiones, con un total de 35 días de permanencia. En la actualidad, todavía recibe tratamiento psicológico como consecuencia del estrés postraumático que sufrió.
La sentencia
Ahora, tras haber transcurrido dos años, la Fiscalía de Menores de Valencia únicamente ha podido acusar a uno de los cinco agresores. El motivo es que dos de ellos no podían ser imputados, ya que en el momento del delito sólo tenían trece años, y los otros dos se acogieron al derecho de no declarar, y por ahora no se ha podido demostrar su participación. Asimismo, se investigó a una sexta persona por amenazar y acosar a la víctima para que no hablase, pero la falta de evidencias provocó que no se pudiera comprobar su implicación en la agresión sexual.
La Fiscalía ha solicitado una pena de 15 meses de internamiento en régimen cerrado, mientras que el Ministerio Público exige una condena de dos años de libertad vigilada y la realización de un curso sobre educación sexual.
El colegio
Una vez el caso se dio a conocer en la institución, tanto la víctima como sus dos hermanos menores tuvieron que dejar el colegio. De la misma manera, "diez alumnos abandonaron el colegio y dimitieron los miembros de la asociación de padres", explicó un profesor del colegio. La directora del colegio también prohibió los viajes o excursiones fuera de Valencia, para prevenir sucesos similares.


