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Una secta que se hace pasar por Alcohólicos Anónimos para captar adeptos se expande por España

Sus tentáculos son los ‘Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos’, que emulan ser parte de la estructura de AA. En nuestro país, ya superan la decena.

Sus tentáculos son los ‘Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos’, que emulan ser parte de la estructura de AA. En nuestro país, ya superan la decena.
Cartel del 'Grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos Villa de Madrid'. | Luis Labarga

Alcohólicos Anónimos celebra este martes su 90 aniversario. Corría el año 1935 cuando un empresario alcohólico de Nueva York —llamado BiIl W.— se dio cuenta de que compartir su experiencia había contribuido a que pudiera mantenerse sobrio, y que el hecho de prestar su ayuda a otras personas con el mismo problema que él para que intentasen lograr lo mismo había inhibido su deseo de beber. Se puso a trabajar con un doctor —Bob S., también alcohólico— y en 1939 publicaron un libro que sería el punto de partida de la organización.

Bajo el título de "Alcohólicos Anónimos", recogieron el programa de doce pasos sobre el que basa el funcionamiento de una comunidad de personas que —reza su web— "comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse". En la actualidad, 115.000 grupos locales de países de todo el mundo forman parte de la estructura. En España sus orígenes se remontan a 1955, aunque no es hasta 1979 cuando se legaliza como asociación.

Más importante que explicar qué es Alcohólicos Anónimos sería indicar que "no hace" esta organización, teniendo en cuenta que hay grupos que —aprovechándose del trabajo que ha realizado a lo largo de estos años y la reputación que ha logrado gracias a él— simulan que forman parte de la estructura con fines espurios. Por eso, advierten de que "no hace campañas de promoción para captar" gente, "no vigila" para comprobar si los miembros beben , "no ayuda a los alcohólicos a ayudarse a sí mismos", "no es una organización religiosa" ni una "organización de carácter médico" y "no proporciona medicamentos ni diagnósticos".

Otro punto relevante —dado el tema que trataremos a continuación— es que Alcohólicos Anónimos "no proporciona alojamiento, comida, trabajo o dinero". Algo que sí caracteriza a grupos ajenos a la organización o escisiones que han sido tildados como "secta" por expertos en la materia como el teólogo Luis Santamaría del Río, e incluso personas que han pasado por ellos y conocen su funcionamiento de primera mano. Entre ellos hay que mencionar los "Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos", que conforman el llamado "Movimiento Internacional 24 Horas de Alcohólicos Anónimos".

Resulta sencillo confundirlos con los grupos de la organización original. Se sirven de su imagen corporativa. Usan la misma tipografía, los mismos colores, las mismas siglas y hasta incluyen el logo de Alcohólicos Anónimos dentro del suyo. "Esta secta se ha mimetizado con una institución tan prestigiosa como Alcohólicos Anónimos", señala Santamaría, "es una vergüenza y una estafa que utilice el nombre y el logotipo de la organización verdadera para atraer a sus potenciales adeptos y, en lugar de ayudarlos a liberarse, someterlos a una dinámica de persuasión coercitiva y control grupal".

Ese es justo el escenario que se encontró el periodista Luis Labarga cuando se topó por error con uno de estos grupos, en el año 2021. "Tenía una depresión muy fuerte y esto me lleva a esa mala medicina que es el alcohol", reconoce durante la entrevista para Libertad Digital. "Llega un momento en el que me veo atrapado, como tanta gente, y un amigo que ha pasado por algo similar se percata de ello y me dice: para eso inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde porque una vez que cruzas una línea roja es muy difícil volver". Esta persona le recomienda que acuda a Alcohólicos Anónimos, "a él le funcionó".

Se hacen pasar por AA

Luis se mete en Google, teclea "alcohólicos anónimos madrid" y "me aparece en primer término un enlace que dice: Grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos Villa de Madrid". Tras nuestra conversación con el periodista, hemos hecho la prueba. Efectivamente, si introduces "alcohólicos anónimos madrid" en el navegador, el primer resultado de la búsqueda es el listado y ubicación de estos "grupos 24 horas" en la ciudad.

"Yo desconocía completamente los tejemanejes del alcoholismo o lo que es alcohólicos anónimos, más allá de lo que había visto en las series o las películas", explica, "pensé que era un teléfono 24 horas o uno de los tantísimos grupos de alcohólicos anónimos". Seguramente, eso es lo que pensaría cualquiera de nosotros. Al menos hasta que acudiéramos a una de las reuniones de estos grupos, como le pasó a nuestro entrevistado.

"Llamé y una voz muy agradable, muy pausada y muy acogedora me invitó a acudir al grupo de forma inmediata. Al día siguiente me presenté en un local situado en Puente de Vallecas, en el sur de Madrid, y salió a recibirme un hombre que enseguida se autoproclamó como mi padrino", nos explica Labarga. "Yo entonces no tenía noción de lo que significaba aquello", confiesa. "Al entrar, percibí una atmósfera de tintes muy esclavistas", asegura.

Las personas que estaban allí tenían un "estado lamentable de desnutrición". Y eso "me llamó mucho la atención". Presentaban rostros "apagados" y había un "olor muy fuerte (a humanidad)". Por lo que nos cuenta, todo el mundo se mostraba complaciente con él. "Empiezan a ofrecerme té y café de una forma excesiva", "me sientan en primera fila" y "me trago dos juntas (así llaman a que una persona se suba a la tribuna y cuente su historial) seguidas".

Descubre la secta

"Lo del historial es una forma de humillarse ante los demás recitando aquellos pasajes más vergonzosos y truculentos como alcohólico", añade. "Aquello tiene, dicen ellos, un poder sanador". Labarga nos explica que esto nada tiene que el procedimiento habitual de Alcohólicos Anónimos (oficial), que detallaremos más adelante para no interrumpir el relato del periodista sobre lo que vio en esta sede del llamado "Grupo 24 horas de AA".

"Entre el ambiente extraño y la dureza de los compartires", señala, "empiezo a ladear la cabeza y percibo que hay unas habitaciones con colchones tirados por el suelo y lo que parece una mini cocina". "Ahí brotó el periodista", exclama. "Yo, evidentemente, me levanto —con muy mal cuerpo— y mi autoproclamado padrino —para mi sorpresa— me insiste en que me quede", continúa.

"Cuando intento irme, uno de esos jovencillos que pululan por la sala me bloquea el paso. Le doy un codazo para poder salir. Y el padrino —eso lo tengo muy grabado— asiente con la cabeza como diciéndole: déjale ir". "Lógicamente este hombre se dio cuenta de que yo no daba el perfil para entrar en la secta y prefirió dejarme marchar", concluye.

"Yo le digo a mi amigo que Alcohólicos Anónimos es una auténtica secta, que es lo peor y que pienso escribir un artículo. A él no le encaja en absoluto y me dice que no tiene ningún sentido, que va a un grupo en otra ciudad y que no se parece en absolutamente en nada a lo que le estoy contando. Así que me pide que le deje hacer averiguaciones".

Los verdaderos grupos de AA

"Este amigo llama a las personas responsables de su grupo", nos cuenta, "y le comentan que los ‘Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos’ no tienen nada que ver con ellos". Algo que nuestro entrevistado pudo comprobar por él mismo posteriormente. "El verdadero, el oficial, es literalmente como en la televisión", explica. "Dicho, en este caso, para bien".

"El mío era un grupo de personas que se reúnen, que cuentan sus cosas de una forma muy fraternal, con muy buen ambiente". "Alcohólicos Anónimos funciona porque es un juego de espejos, donde tú te reconoces en los demás y empiezas a entender qué es lo que te está pasando. Por eso te curas, no por otra cosa. Por eso es tan efectivo".

"Te das cuenta que lo que te pasa no tiene que ver generalmente con el alcohol, sino con determinados vacíos interiores que tenemos todos", afirma. Lo que no termina de entender es por qué en España la organización verdadera no hace algo para desenmascarar a esta secta que está captando alcohólicos para hacer negocio (aspecto que ampliaremos en otro artículo).

¿Por qué AA no hace nada?

La secta se aprovecha de la política de silencio adoptada por Alcohólicos Anónimos. "Llevan 20 años mirando hacia otro lado", asevera Luis Labarga sobre la posición la organización original sobre estos "Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos". "Están dejando un montón de víctimas a las que no están haciendo ni caso", añade, "y ahí están, celebrando su 90 cumpleaños como si aquí no hubiera pasado nada".

Obviamente, el periodista no es el único que —buscando Alcohólicos Anónimos— se topa con uno de estos ‘Grupos 24 horas de AA’. Muchos de ellos terminaron cayendo en sus redes y sometiéndose durante años a sus normas, castigos y humillaciones. Eso en el caso español, donde tenemos una "versión más suave de la secta". Lo que ocurre en México, donde se fundó, es otra historia.

El propio Labarga ha conocido a un buen número de las víctimas estos grupos y sus sucesivas escisiones. Después de su experiencia personal, inició una investigación que ha quedado plasmada en un libro —escrito junto a otros dos autores— titulado ‘La noche oscura de Alcohólicos Anónimos’. Los beneficios de su venta irán destinados a Cruz Roja.

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