
Tres personas han sido detenidas en la madrugada de este jueves en París, después de que dos de ellas escalaran la Torre Eiffel y se lanzaran en paracaídas desde la parte superior del monumento. La tercera fue arrestada en las inmediaciones, aunque no se ha confirmado su implicación directa en el salto. La información ha sido confirmada por la fiscalía a BFMTV y fue adelantada por Le Parisien.
El incidente se produjo en torno a las 4:30 de la mañana. Los equipos de seguridad del monumento detectaron a dos individuos encapuchados que trepaban la estructura metálica de 330 metros de altura portando mochilas de paracaidismo. Ante la intrusión, se activó el protocolo de emergencia y se dio aviso a la Policía y a los bomberos.
A su llegada, los servicios de emergencia lograron establecer contacto con los escaladores, quienes reconocieron su intención de realizar un salto desde la cima. Finalmente, ambos llevaron a cabo la maniobra alrededor de las 6:00 horas. Uno de ellos fue detenido tras aterrizar en las inmediaciones del puente de Iéna, mientras que el otro fue localizado en el Campo de Marte, frente al monumento. Un tercer individuo fue arrestado poco después en los alrededores.
La fiscalía ha abierto una investigación por intrusión en un sitio histórico o cultural, así como por poner en peligro la vida de otras personas mediante la violación manifiestamente deliberada de una obligación reglamentaria de seguridad o de prudencia. Las diligencias continúan en marcha y no se descartan nuevas actuaciones en el marco del procedimiento abierto.
Otras intrusiones
A pesar de las medidas de vigilancia implantadas en el recinto, la Torre Eiffel ha sido objeto de varias incursiones no autorizadas en los últimos años. En agosto de 2024, un ciudadano británico fue arrestado tras escalar la Torre Eiffel sin autorización. Fue puesto temporalmente bajo custodia policial y, posteriormente, presentado ante el delegado del fiscal, que ordenó una contribución ciudadana como alternativa a una acción judicial.
El monumento, inaugurado en 1889 con motivo de la Exposición Universal, recibe cada año millones de visitantes y está considerado uno de los espacios públicos más vigilados de París. Las autoridades valoran reforzar los dispositivos de control para evitar que este tipo de episodios vuelva a producirse.

