
Álvaro Pasquín Mora, conocido como el ‘fugitivo de los tatuajes’, fue detenido el pasado martes en el barrio madrileño de Colonia Jardín. El prófugo fue encontrado justo unos días antes de que prescribiera el delito por el que estaba en busca y captura: un abuso sexual que había cometido en 2017 en Madrid. Sabía que la fecha límite era el 31 de julio de 2025, pero fue detenido apenas nueve días antes, el 22 de julio.
Pasquín pasó cinco años completamente aislado del mundo para evitar ser encontrado. Su escondite era un cobertizo situado en la parte trasera de una vivienda. El lugar estaba rodeado de porquería y con un entorno descuidado: zarzas, huertas, vegetación densa, sillas rotas, tuppers y platos con restos de comida de días anteriores, toallas y ropa tirada, además de una jaula de un animal y césped artificial sin anclar.
A pesar de encontrarse en una zona frecuentada, en pleno Colonia Jardín, el escondite estaba en medio de una zona periurbana, con vegetación y muros altos que dificultaban su detección visual.
Identidad falsa y pedidos a domicilio
Para sobrevivir, tuvo que crearse una identidad falsa, con la que realizaba pedidos de comida a domicilio sin ser descubierto. Y, ¿de dónde sacaba el dinero para pagar? El fugitivo obtenía ingresos gracias a pequeñas ventas online y, probablemente, a actividades que realizaba en internet desde un ordenador que tenía en el cobertizo. Además, rompió todo contacto con familiares y amigos, evitando a toda costa que la Policía descubriera su paradero.
🔴 La Policía Nacional detiene a Álvaro Pasquín Mora, conocido como el fugitivo de los tatuajes e incluido en la campaña "Los 10 más buscados" pic.twitter.com/vBHyUoBNZ0
— Libertad Digital (@libertaddigital) July 23, 2025
A pesar de estar encerrado, se divertía con su ordenador viendo películas, jugando a videojuegos e incluso realizando cursos online para estar preparado para la vida laboral cuando prescribiera el delito.
Cambio de imagen
Había transformado por completo su aspecto físico, un cambio que le permitió pasar desapercibido durante años. Además, dejó crecer su cabello y se tiñó de rubio, con el objetivo de ser irreconocible.
Sin embargo, su imagen y tatuajes circulaban por todo internet, ya que unos días antes de su detención había sido lanzada la campaña "Los 10 más buscados", en la que se difundían fotografías en medios y redes sociales de varios fugitivos con orden de busca y captura.
Finalmente, fueron las alertas de ciudadanos y el análisis de sus movimientos digitales –como cuentas bancarias y compraventa online– los que permitieron a la Policía descubrir el cobertizo en el que se escondía.


