La Oficina del Sheriff del condado de Columbia en Florida (Estados Unidos) ha informado de la detención de un matrimonio —Briany y Jill Griffeth, de 47 y 41 años— y sus dos hijos adultos —Dallin Russel y Liberty Ann Griffeth, de 21 y 19 años— acusados de cometer abuso infantil grave sobre varios de los niños que habrían sido adoptados por la pareja en Arizona, aunque existen dudas sobre estatus legal de uno de los procedimientos porque no se ha encontrado registro alguno del mismo.
La investigación comenzó tras la denuncia de un miembro de la iglesia a la que acudían los Griffeth, que detectó que uno de sus hijos llevaba encima una pistola taser y tenía sospechas sobre la situación de algunos de los niños que estaban bajo el cuidado de esta familia. Una de las cosas que llamó la atención del denunciante es que los menores, que acudían a un campamento organizado por la iglesia, desconocían datos básicos como su nombre completo, el curso escolar o la fecha de su cumpleaños.
El Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF) se ha hecho cargo de los 9 menores de entre 7 y 16 años que residían en la casa de Brian y Jill Griffeth, que fueron recogidos el pasado 3 de julio por orden del juez encargado del caso. La investigación reveló que el matrimonio arrestado discriminaba a sus cuatro hijos adoptivos en favor de los biológicos, ordenándoles hacer las tareas de la casa mientras los otros niños jugaban o veían la televisión, además de maltratarlos.
El testimonio de las víctimas
Durante las entrevistas que se han realizado a los menores, los investigadores del Equipo de Protección Infantil (CPT) han descubierto distintas formas de abuso infantil. Los cuatro niños adoptados aseguran que eran golpeados y encerrados por los miembros adultos de la familia de forma habitual. Se cree que además eran drogados con medicamentos que no les habían sido recetados.
Los pequeños han relatado que eran enjaulados bajo sus literas, a las que atornillaban planchas de madera contrachapa para que no pudieran salir; rociados con vinagre en la cara, a modo de castigo; aplastados contra el suelo por la madre, que colocaba una de las mencionadas placas de contrachapado sobre sus pechos hasta romperla, lo que les dejaba astillas clavadas y les ocasionaba un gran dolor; el padre presuntamente prefería golpearlos con una bastón.
Analfabetismo y otros abusos
Por otra parte, los menores no fueron escolarizados adecuadamente (una de las niñas, que tiene 14 años, es "analfabeta") y habrían sido instruidos para mentir —según su testimonio— sobre lo que sucedía en la vivienda. También han hecho referencia a que habrían sido agredidos sexualmente por parte del hijo mayor de la familia, Dallin Russel Griffeth (de 21 años).
En consecuencia, los cuatro adultos "activos y participantes" en los hechos relatados por las víctimas —reza en el comunicado de la oficina del sheriff— fueron arrestados el pasado 22 de julio acusados de abuso infantil agravado y transportados al centro penitenciario del condado de Columbia con una fianza de 500.000 dólares.