
Una mujer de 64 años de edad ha fallecido este martes en el incendio de su vivienda en Palma de Mallorca. Durante la madrugada, sobre las 00:40 horas. llegó el aviso a los servicios de emergencia por un incendio situado en el tercer piso de un edificio de la calle Ametler 15, en el barrio de El Vivero.
Varios vecinos han confirmado que la víctima sufría síndrome de Diógenes. La Policía Nacional ha abierto una investigación para determinar las causas exactas del siniestro. Los agentes de Homicidios y Policía Científica realizaron este martes una inspección en el interior del inmueble y, por el momento, no se han hallado indicios de mano criminal, por lo que las primeras hipótesis apuntan a un incendio accidental.
Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, Bomberos de Palma y el servicio de emergencias 061. Cuando los equipos de rescate accedieron al inmueble, encontraron a la mujer sin vida.
Tres vecinos desalojados
Tres vecinos fueron desalojados durante la intervención por inhalación de humo, pero pudieron regresar a sus viviendas tras comprobarse que no existía riesgo de intoxicación ni de derrumbe del edificio. Además, dos agentes de Policía y un vecino fueron atendidos por una unidad de Soporte Vital Avanzado del 061, aunque ninguno precisó traslado hospitalario. El dispositivo de emergencias también activó una unidad de Soporte Vital Básico y un Vehículo de Intervención Rápida.
Los bomberos se encontraron con un fuego muy desarrollado, con una gran carga de llamas en el interior de la vivienda, lo que complicó las labores de extinción.
El síndrome de Diógenes puede aumentar el riesgo de incendios
El Síndrome de Diógenes es un trastorno de la conducta que se caracteriza por el abandono personal y social, así como por la acumulación compulsiva de objetos y la falta de higiene. Los afectados –en u mayoría personas mayores que viven solas– suelen aislarse en sus viviendas rodeados de basura y objetos que acumulan sin ningún motivo.
Este síndrome puede aumentar el riesgo de incendios en las viviendas, ya que los enfermos suelen acumular objetos inflamables y con falta de higiene.
Asimismo, las personas con este síndrome viven en condiciones insalubres, con grandes cantidades de basura y desperdicios, creándose el ambiente propicio para la propagación de un fuego. A esto se suma la falta de conciencia sobre el peligro de los enfermos y a la resistencia que ejercen a abandonar sus hogares.


