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Los cadáveres del Sena, obra de un asesino en serie de gays: cuatro crímenes en 16 días

Esa es la hipótesis principal que manejan los investigadores, según el diario francés Le Parisien.

Esa es la hipótesis principal que manejan los investigadores, según el diario francés Le Parisien.
Capturas de video de la zona en la que se hallaron los cadáveres. | Le Parisien/TFI

La fiscalía de Créteil ha anunciado este domingo la imputación de uno de los hombres arrestados en relación con la muerte de cuatro varones cuyos cadáveres fueron recuperados en el río Sena, a su paso por Choisy-le-Roi, el pasado 13 de agosto. El sospechoso intentó engañar a la policía haciéndose pasar por un joven —de 24 años— de Orán (Argelia), llamado Ahmed Ben Ali. Pero los investigadores no han tardado en dar con su verdadera identidad.

Han encontrado documentación en árabe que apunta a que en realidad se trata de Monji H., un varón de 22 años que no es argelino sino tunecino. Algo que posteriormente habría confirmado un familiar del varón, según revela el diario Le Monde. Las pesquisas policiales han revelado que el arrestado frecuentaba la zona en la que se hallaron los cadáveres y que el detenido estuvo vinculado a cada una de las víctimas en algún momento de su desaparición.

La investigación le señala como el presunto responsable de los crímenes, cuatro en tan solo 16 días. Las víctimas —que ya han sido identificadas— desparecieron entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Aunque aún se investigan las motivaciones, la hipótesis principal es que se trata de asesinatos homófobos, informa Le Parisien. La zona en la que fueron encontrados los cadáveres es conocida por ser un punto de ‘cruising’ (encuentros sexuales en lugares públicos) para gays.

Según la cadena de radio francesa RTL, se han encontrado pruebas de que al menos tres de las víctimas mantuvieron relaciones sexuales o intercambiaron mensajes de texto románticos con otros hombres. También se habría hallado semen en uno de los cadáveres. Hechos que han puesto el foco en la orientación sexual de los asesinados y apuntan a la homofobia como el móvil más que probable de los crímenes.

Cabe recordar que uno de los fallecidos fue encontrado con los pantalones bajados hasta los tobillos, y otro de ellos estaba desnudo de cintura para abajo. Las autopsias han revelado que al menos dos de los cuerpos presentaban signos de estrangulamiento. Se investiga si pudiera haber otras víctimas, más allá de las encontradas en agua del río Sena. El presunto autor de los crímenes, que se ha acogido a su derecho de guardar silencio desde que fue arrestado, llevaría aproximadamente 8 meses viviendo en Francia.

¿Quiénes son las víctimas?

Las cuatro víctimas ya han podido ser identificadas a pesar del avanzado estado de descomposición de algunos de los cadáveres. Las dos primeras "mediante comparación de ADN" y las otras dos "a partir del archivo nacional automatizado de huellas genéticas", señala el comunicado de prensa de la fiscalía de Créteil. Son cuatro hombres adultos, de entre 21 y 48 años.

El más mayor era un francés que residía en Créteil, que desapareció el 11 de agosto y que "podría frecuentar la zona donde se descubrieron los cadáveres, conocida por ser un lugar de encuentros homosexuales esporádicos", ha explicado la fiscalía. Otra de las víctimas era un argelino de 21 años que vivía en Choisy-le-Roi, donde aparecieron los cadáveres. No se sabía nada de él desde el 7 de agosto.

Los otros dos hombres asesinados, un argelino de 21 años y un tunecino de 26, eran personas sin hogar. Ellos fueron los primeros en desaparecer, el 26 y el 31 de julio respectivamente. Ambos frecuentaban el lugar donde se hallaron los cuerpos sin vida de las víctimas, muy próximo a un edificio abandonado en el que habitualmente se refugian indigentes y en el que se han encontrado colchones, mantas y otros enseres.

La pista clave

La investigación señala a Monji —si es que se confirma que esta es su verdadera identidad— como el único responsable de los cuatro asesinatos investigados. Así lo habrían determinado las distintas pesquisas policiales, entre las que se incluyen el estudio de las imágenes grabadas por las cámaras de videovigilancia y el análisis de su teléfono móvil.

Pero hay un hecho que fue clave para llegar hasta él y tirar del hilo. El sospechoso, un joven sin hogar que frecuentaba la misma zona y que llevaría apenas 8 meses viviendo en Francia, había sido arrestado precisamente allí unos días antes. En concreto, el 5 de agosto. En el momento de la detención, estaba en posesión de documentos cuyo propietario no pudo ser localizado durante la investigación.

En consecuencia, fue puesto en libertad pero con una citación judicial por receptación de bienes robados. Se da la circunstancia de que los documentos que Monji llevaba encima y que no le pertenecían eran de la segunda víctima identificada, cuya desaparición no había sido reportada a fecha 5 de agosto.

¿Cuál es el vínculo?

Así lo ha comunicado la fiscalía de Créteil, que ha insistido en que "las investigaciones en curso han confirmado un vínculo entre este hombre y cada una de las víctimas en un momento concurrente a su desaparición". Según ha trascendido, por ejemplo, Monji habría estado utilizando los teléfonos móviles de sus víctimas después de que estas hubieran desaparecido.

Todo apunta a que el sospechoso primero atacó a personas de su entorno cercano —sin techo que, como él, frecuentaban la zona del edificio abandonado a orillas del Sena— antes de dar el paso a matar a extraños. Su primera víctima fue el joven argelino que desapareció el 26 de julio y la segunda el tunecino de 26 años al que se perdió la pista unos días más tarde.

El tercer fallecido —Sami, de 21 años— desapareció el 4 de agosto en extrañas circunstancias. El joven residía en la zona del edificio okupado, frecuentado tanto por el sospechoso como por las dos primeras víctimas. En lo que se refiere al francés de 48 años, se cree que su crimen fue circunstancial. Acudió para mantener un encuentro sexual esporádico y se topó con Monji.

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