
Un joven de 23 años —Ali Karaca— ha muerto de un disparo durante la celebración de su boda en la aldea de Turpçu, en el distrito de Şebinkarahisar (Turquía). Al final de la fiesta, como es tradición, la pareja de recién casados estaba siendo escoltada hasta su casa por familiares y amigos. Y, en el trayecto, el novio recibió un impacto de bala en el pecho.
En la región del Mar Negro es habitual que se realicen disparos al aire en fiestas y eventos, especialmente en enlaces matrimoniales. En ocasiones se producen accidentes y se abre el debate sobre la idoneidad de que se mantenga esta práctica. Unos días antes, en la cercana provincia de Trabzon, una persona falleció y dos resultaron heridas por el mismo motivo.
No obstante, la fiscalía ha avanzado que se están investigando las circunstancias que rodean este caso. El disparo que ha causado la muerte de Karaca, a pesar de que fue rápidamente trasladado al Hospital Estatal de Şebinkarahisar, habría sido efectuado por la cuñada de la víctima.
¿Fue un accidente?
Todo hacía pensar que se trataba de un accidente, una vez más. Sin embargo, la mujer -de 47 años— ha sido detenida y posteriormente la policía ha encontrado dos pistolas sin licencia en su jardín, informa la agencia de noticias estatal Anadolu. Este hallazgo habría complicado la situación judicial de la arrestada, que permanece en dependencias policiales.
De hecho, algunos medios locales informan de que la mujer ha sido acusada de "homicidio" y también han detenido a su marido —de 50 años—, en su caso por "violación de la Ley Nº 6136 sobre Armas de Fuego, Cuchillos y Otras Herramientas". Durante el interrogatorio, ella aseguró que estaba "en shock por el incidente". "No recuerdo nada", añadió.

