
Más de tres décadas después del asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, el caso Alcàsser vuelve a ocupar titulares. Miguel Ricart, único condenado por aquel triple crimen y en libertad tras la derogación de la doctrina Parot en el año 2013, ha concedido una entrevista al canal de YouTube El Rincón del Disidente –un podcast sobre True Crime–, en la que ofrece una versión inédita y controvertida de los hechos ocurridos el 13 de noviembre de 1992.
Ricart insiste en que había más implicados en las agresiones a las niñas. Además, según su relato, fue coaccionado para participar y acusa directamente a Antonio y Mauricio Anglés de ser los autores materiales de los asesinatos. Según su relato, él actuó bajo amenazas de muerte y siempre estuvo sometido al miedo que le infundía Antonio Anglés, fugitivo desde 1993 y aún buscado por Interpol.
Sin embargo, no es la primera vez que cambia el relato inicial, ya que en 2023 también fue entrevistado en el mismo podcast e insinuó que había más implicados en el crimen y que él siempre había actuado bajo amenazas.
Una versión distinta a la oficial
En su testimonio, Ricart asegura que aquella noche se encontraba en casa de Neusa, la madre de Antonio Anglés. Antonio y Mauricio lo invitaron a acompañarlos junto a un cuarto individuo conocido como 'El Nano'. El grupo se desplazó en coche hacia Picassent, donde recogieron a las tres adolescentes cuando hacían autostop cerca de una gasolinera. Según Ricart, las chicas subieron al vehículo voluntariamente porque pensaban que iban a ser llevadas a una discoteca.
Sin embargo, en lugar de dirigirse al local, Antonio Anglés desvió el trayecto hacia una zona apartada. Ricart sostiene que los hechos no ocurrieron en la caseta de La Romana, como recogió la versión oficial, sino en un antiguo almacén de pólvora en Catadau. Ya allí, tanto Mauricio como él fueron enviados a comprar bocadillos.
Más implicados
A su regreso, sostiene Ricart, presenciaron cómo las adolescentes eran agredidas sexualmente, pero no estaban solo Antonio Anglés y 'El Nano', sino que también había tres hombres mayores –cuyas identidades no se conocen– agrediendo a las adolescentes. Bajo la amenaza de una pistola, él y Mauricio habrían sido obligados a participar en las violaciones. Tras ello, los tres hombres abandonaron el lugar y Antonio Anglés, temiendo ser delatado, decidió asesinar a las jóvenes. Según este relato, disparó contra dos de ellas, mientras que su hermano Mauricio acabó con la vida de la tercera.
Ricart asegura que los cuerpos fueron envueltos en una moqueta encontrada en un contenedor y enterrados inicialmente en un paraje de Alborache, cerca de un corral frecuentado por Antonio Anglés. Semanas después, con el caso ya en plena atención mediática, Antonio y Mauricio habrían trasladado los cadáveres hasta el paraje de La Romana, donde fueron hallados el 27 de enero de 1993 por unos apicultores.
"Ahora soy un hombre libre"
Durante la entrevista, Ricart subraya que su confesión de 1993 se obtuvo bajo coacciones policiales y que permaneció en silencio durante décadas por miedo a represalias contra su familia. "Ahora soy un hombre libre y he tomado la decisión de hablar porque estoy muy cansado y, sobre todo, porque quiero que esto se aclare", señaló ante el periodista Manu Giménez. Por otro lado, Ricart también niega la existencia de grabaciones del crimen.
El triple crimen de Alcàsser conmocionó a España en 1992. Ricart fue detenido en enero de 1993 y condenado en 1997 a 170 años de cárcel. Su puesta en libertad llegó en 2013 tras la derogación de la doctrina Parot. Antonio Anglés, principal sospechoso y prófugo desde marzo de 1993, sigue siendo uno de los fugitivos más buscados del mundo.
La nueva versión de Ricart no tiene validez judicial ni aporta pruebas novedosas, pero vuelve a reabrir un debate doloroso para las familias de las víctimas.


