
El juicio por el asesinato en Bruselas de la enfermera española Teresa Rodríguez Llamazares, de 23 años, ha comenzado este jueves con la confesión de su expareja, César Arribas Calvo, quien ha reconocido haberla acuchillado hasta matarla en octubre de 2022. El acusado, que en aquel momento del crimen era guardia civil en prácticas y que ya ha sido expulsado del cuerpo, ha declarado ante el Tribunal de lo Penal de Bruselas que actuó tras "perder el control" y sentirse "ciego por el amor".
El caso se juzga en la Sala Solemne del Tribunal de lo Penal de Bruselas, presidida por tres jueces y con un jurado popular formado por ocho hombres y cuatro mujeres. Está previsto que las deliberaciones concluyan el 16 de octubre.
Según la acusación de la Abogacía General (Fiscalía), Arribas se enfrenta a los cargos de asesinato —homicidio voluntario y premeditado— y posesión de armas punzantes. Las pruebas periciales realizadas tras el crimen descartaron que el acusado padeciera trastornos mentales que afectaran a su capacidad de discernimiento o de control de sus actos. Aunque la Fiscalía no ha revelado todavía la pena solicitada, el asesinato con premeditación se castiga en Bélgica con cadena perpetua.
Una agresión con 153 puñaladas
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 27 de octubre de 2022, cuando Arribas atacó a la joven con dos cuchillos distintos, asestándole 153 puñaladas mientras ella se encontraba tumbada en la cama.
El acusado ha relatado que, tras comprobar que la víctima no se movía, intentó suicidarse arrojándose por la ventana. En el juicio ha explicado que "estaba totalmente perdido" y que no concebía su vida sin Teresa Rodríguez.
Durante la vista, los padres de Teresa Rodríguez han cuestionado la versión del acusado. Su madre ha afirmado que "no siempre dice la verdad" y ha asegurado que la pareja había roto antes de que la joven se trasladara a Bruselas, a pesar de que Arribas sostiene que la ruptura se produjo por teléfono cuando ella ya residía en Bélgica.
La progenitora también ha descrito al acusado como una persona "controladora", tanto con su hija como con otras personas de su entorno. Según su testimonio, Arribas sabía que la compañera de piso de la víctima no estaría en casa aquella noche, dato que él niega.
De León a Bruselas: el viaje del acusado
Teresa Rodríguez se había mudado a Bruselas en junio de 2022 para realizar prácticas en oncología en el Instituto Jules Bordet. Pocos meses después, su expareja decidió viajar a la capital belga tras la ruptura.
Arribas compró un billete de avión el 26 de septiembre de 2022, con la intención de "recuperar" a la joven. Al llegar, se alojó inicialmente en su domicilio, pero la última noche antes del crimen durmió en un albergue, ya que la víctima le había pedido que se marchara.
Durante su declaración, el acusado ha pedido "perdón" a las familias de ambos y ha insistido en que no supo medir sus actos. Según su propio relato, acudió a casa de la víctima a primera hora de la mañana con la excusa de recuperar unas tarjetas, tomó los cuchillos de la cocina y apagó la luz "para no ver lo que iba a hacer ni que ella lo viera".
Durante la investigación, los agentes hallaron en el ordenador del acusado búsquedas sobre cómo matar a alguien y sobre la compra de cuchillos. En uno de sus dispositivos también se localizó el borrador de una nota en la que pedía perdón "por lo que iba a hacer", pero que nunca llegó a enviar.

