
Pasadas dos semanas del hallazgo del cadáver de Luccas en un búnker de la playa del municipio almeriense de Garrucha, su padrastro —acusado de la violación y asesinato del niño de 4 años, según el auto de ingreso en prisión dictado por la Sección Civil y de Instrucción número 4 del Tribunal de Instancia de Vera— sostiene que su muerte fue "accidental", "como consecuencia de una dolencia que venía arrastrando (estomacal, intestinal, hinchazón de estómago y demás) desde unos siete o diez días antes de que se produjera el fallecimiento".
Así lo ha explicado en declaraciones a Libertad Digital el abogado de oficio de Juan David R. C., Manuel Martínez Amate, que dice tener "clara la inocencia de mi cliente". "No solamente por lo que he hablado con él, sino por los elementos que hay en las actuaciones, etcétera, etcétera", añade. En primer lugar, el letrado destaca que la muerte del menor se produjo "en presencia de ambos, su madre y su padrastro" cuando eran "las tres o tres y media de la tarde" del 3 de diciembre de 2025 "de forma repentina".
Llegados a este punto cabe señalar que, efectivamente, la investigación policial ha revelado que los dos estaban en el domicilio a la hora en la que Luccas falleció. Y también que ninguno de ellos llamó a Emergencias para intentar salvarle la vida. Sobre Juan David pesaba una orden de alejamiento que desde el pasado 20 de octubre le prohibía acercarse tanto a la mujer —de 21 años y embarazada de 5 meses— como a su hijo, pero "decidieron reanudar la convivencia voluntariamente" y "tenían miedo de acudir a un médico o a urgencias por esa circunstancia", le habría explicado a su abogado.
¿Cómo murió el niño?
Martínez Amate explica que —según su cliente— "entre que lo piensan y no lo piensan, la criatura fallece". "Mi cliente viene a decir que en ese momento tan dramático se quedaron bloqueados", añade el letrado. "Lo que menos se esperaban era eso, la muerte tan repentina del menor", asegura. "Según mi cliente se quejaba de la barriguita" y "desde nuestro punto de vista, puede ser compatible con ese derrame intestinal al que hace referencia el adelanto de autopsia", señala.
"Si una criatura no hace sus necesidades en siete o diez días... Pues mire, no ha sido la primera vez que eso pueda provocar ese derrame intestinal o incluso ese desgarro", argumenta. "Lo consideramos desde nuestro punto de vista compatible con esa circunstancia", indica. Sin embargo —le preguntamos— no explicaría el desgarro hepático (laceración en el hígado) ni el politraumatismo abdominal que también recogía el informe preliminar de la autopsia.
¿Maltrataba al menor?
Su cliente los achaca a "peleas en el colegio, caídas que sufría y esta de esta serie de cuestiones". "Desde luego, él no reconoce que vengan de ninguna paliza sobre extrema que él le haya propinado y que no reconoce en ningún momento", comenta, "y mucho menos en los términos de provocarle la muerte".
El padrastro del menor, que convivía con la pareja en un piso que compartía con otras familias, niega que ejerciera la violencia contra el niño. Reconoce "única y exclusivamente, y de forma ocasional, algún —entiéndame— coscorrón a modo correccional, porque parece ser que peleaba mucho con la madre", indica su abogado.
¿Y la orden de alejamiento?
Ni siquiera admite los hechos que habrían dado lugar a la orden de alejamiento de su pareja y el hijo de ésta que el juez dictó al quedar acreditada "la existencia de un episodio de maltrato". Según él, los moratones y los mordiscos que presentaba Luccas en aquel momento eran "consecuencia de que los menores a veces se pelean en los colegios, se arañan, se muerden..." y la fractura del brazo "fue por una caída accidental que tuvo".
"Esa es la explicación de que se pudieran evidenciar esas lesiones en el cuerpo del menor, pero en ningún caso, y vuelvo a repetir: según la versión de mi cliente, nunca se las ocasionó él directamente", insiste. Sobre la situación que derivó en la orden de alejamiento —Martínez Amate no llevó su defensa entonces— Juan David le contó que "se trató de una mera discusión que fue denunciada por un vecino". "Por recomendación de su abogado, que le dijo que era cosa de poca monta", aceptó la pena para no ir a juicio y evitar condena mayor.
¿Hubo agresión sexual?
El novio de la madre de Luccas lo niega, a pesar de que tanto el informe preliminar de la autopsia como el auto de ingreso en prisión apuntan a que la hubo. El abogado de Juan David nos emplaza a que esperemos hasta que esté el informe forense completo —que todavía no ha llegado al juzgado— para sacar conclusiones.
"Solamente llegó un adelanto en forma de una hoja. Es decir, de una página. Está pendiente de desarrollar", señala. "A mi cliente se le tomaron muestras para comprobar si esa sustancia blanquecina a la que hace referencia en el informe —hallada en el recto del pequeño— es semen", añade. "Nosotros consideramos que puede ser procedente del interior de los intestinos".
"Está por ver si es semen o es otra sustancia, primera cuestión. Segunda, en caso de que sea semen, si se corresponde o no con el ADN de mi defendido", insiste. El informe —destaca— no habla de semen sino de que el niño presenta "lesiones, fisura anal y sustancia blanquecina posiblemente compatible con agresión sexual".
¿Por qué abandonaron el cadáver?
Según la versión de Juan David, la madre del pequeño —Barbara B. O., a la que conoció cuando ella vivía en un pueblo de Guadalajara y con la que mantenía una relación desde hace aproximadamente un año— "le pide a él que le ayude a llevar al niño a esa zona de la playa en la que tanto le gustaba jugar al niño con el fin de despedirse de él".
"Así lo hacen", indica. "Llegan ahí, son como las cuatro y media de la tarde, él deja a madre e hijo —ya fallecido— y se ausenta para dejarle ese momento de intimidad", relata. "Se va hacia el pueblo, hacia Garrucha. Y cuando pasa un tiempo prudencial —esto es sobre las ocho de la tarde— decide ir a recogerles, tanto a la madre como al menor fallecido".
¿Se lo contó a la Guardia Civil?
"Lo que pasa es que en ese momento no los encuentra allí y entonces vuelve al pueblo y lo pone en conocimiento de la Guardia Civil", explica. Juan David habría contado a los agentes de la Benemérita que Luccas había fallecido y que tanto su madre como el menor habían desaparecido, asegura el letrado a Libertad Digital.
Sería entonces cuando se inicia la búsqueda. "Tras un breve rastreo, aproximadamente a las diez de la noche encuentran a dicho cadáver en esa especie de refugio o búnker —como se le quiera llamar— de la Guerra Civil. El niño aparece al lado de la playa con una chaquetita por encima, a modo de manta", concluye.

