La entrevista realizada a Sandro Rosell por la cadena de televisión qatarí Al Jazeera dejó muchos titulares, pero uno de los más jugosos tuvo que ver con la insistente negativa del presidente del Barcelona a jugar el domingo a las doce del mediodía, especialmente si el partido es en el Camp Nou. "Preferimos respetar nuestras tradiciones a tener más audiencia en Asia", dijo este lunes el máximo mandatario culé.
"Siempre intentaremos que si se juega a las doce sea fuera de nuestro estadio. Este invento de jugar a las doce", afirmaba Rosell en referencia al Real Madrid-Osasuna del pasado 6 de noviembre en el Santiago Bernabéu, que se disputó en ese novedoso horario, "no funcionó en China porque la información que nos han pasado es que tuvo una audiencia de 1,4 millones de personas". Sin embargo, un informe de la televisión Pekín BTV, una de las que emitió ese Madrid-Osasuna (7-1), asegura que el partido de los blancos tuvo una audiencia en China de 60 millones de espectadores.
Al margen de los datos de audiencias, Rosell antepone la "tradición" de que se jueguen por la tarde y por la noche los partidos, al menos los del Camp Nou. "Pese a que hay interés en el mercado asiático, no estoy a favor de los nuevos horarios. No queremos olvidar nuestras raíces. Las decisiones las tomamos primero teniendo en consideración a nuestros socios. Como tradicionalmente en nuestras casas el fútbol se ve por las tardes queremos que siga siendo así. Es una tradición y forma parte de nuestra forma de ser y de nuestro club", recalcaba el presidente del Barcelona en la entrevista a Al Jazeera.
Lo cierto es que mientras clubes como Atlético, Getafe, Rayo, Real Sociedad, Betis, Mallorca, Sporting y Real Madrid aceptan sin rechistar el horario fijado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), el Barcelona, y en concreto Rosell, es el único que se niega a jugar a las doce.
Se trata, pues de la segunda polémica que protagoniza el máximo dirigente del Barça en apenas una semana, pues el pasado 7 de noviembre abogó por una Liga de 16 equipos, para rechazo generalizado del mundo del fútbol.