Después de que Real Madrid y Barcelona quedaran eliminados en semifinales, las opciones españolas de este sábado en el Allianz Arena de Múnich recaen en dos jugadores del Chelsea, Juan Mata y Fernando Torres. Ambos son campeones del mundo con la selección de Vicente del Bosque y aspiran a un título europeo de clubes que ninguno de los dos ha conseguido hasta el momento.
Salvo sorpresa, el técnico italiano de los blues, Roberto Di Matteo, pondrá a Mata –burgalés de nacimiento, aunque a los tres años su familia se trasladó a Oviedo– en el once titular ante el Bayern, mientras que Torres estará de inicio en el banquillo. Hay otro español en el Chelsea, el exbarcelonista Oriol Romeu, pero su participación en el club londinense ha sido muy secundaria.
En el equipo bávaro no hay jugadores españoles, aunque una de sus estrellas tiene orígenes andaluces. Se trata de Mario Gómez, segundo máximo de la Champions con 12 goles –sólo le supera Leo Messi con 14–. Sus abuelos, del pueblo granadino de Albuñán, emigraron a Alemania en los sesenta buscando una vida mejor.
El atacante, de 26 años, ha ganado por ello el sobrenombre de Torero, en alusión a su lado español y por un juego de palabras con la palabra Tor, que en alemán significa gol. Super Mario, como también es conocido, logró un tanto importante en la victoria por 2-1 sobre el Real Madrid en la ida, clave para la clasificación a la final.
También marcó en semifinales Torres, al firmar el definitivo 2-2 en la vuelta del duelo ante el Barcelona en el Camp Nou, terminando con las esperanzas de clasificación del equipo aún entrenado por Pep Guardiola. El Niño confirmaba así su mejoría de la parte final de una temporada muy difícil para él, en la que su prolongada sequía anotadora provocó duras críticas a su bajo rendimiento y efectividad.
En marzo firmó dos tantos ante el Leicester (5-2), de Segunda división, en los cuartos de final de la Copa de Inglaterra, y puso fin a 1.541 minutos y cinco meses sin marcar. En abril consiguió tres tantos en un duelo liguero ante el Queens Park Rangers (6-1), pero sobre todo ese tanto en el final de la vuelta de la Champions, que certificó la clasificación del Chelsea para la final de Múnich, apenas unos minutos después de haber entrado al campo en sustitución del marfileño Didier Drogba.
Ese gol en el Camp Nou provocó incluso las bromas en la prensa inglesa, que aludió con ironía al tanto de Torres en un momento tan importante de la temporada. "Terry expulsado, Messi falla un penalti, el Chelsea alcanza la final de la Liga de Campeones, pero lo más increíble de todo... ¡Torres marca!", escribió el diario sensacionalista The Sun en portada al resumir el partido en Barcelona, destacando en grande ese "Torres marca" (Torres scores).
El delantero de Fuenlabrada forma parte del Chelsea desde enero de 2011, tras un traspaso récord de 58 millones de euros procedente del Liverpool, pero desde entonces ha decepcionado, con lo que la final de la Champions se presenta como la ocasión ideal para reivindicarse en un equipo que nunca ha sido campeón de Europa. Tuvo la ocasión más clara en 2008, cuando perdió la final ante el Manchester United en la tanda de penaltis después de que los 90 minutos reglamentarios y la prórroga finalizaran con empate a un gol. Pero John Terry, que no podrá jugar este sábado en Múnich por sanción, se resbaló en el lanzamiento decisivo y los diablos rojos acabaron logrando la tercera Copa de Europa de su historia.
Más regular ha sido la temporada de Juan Mata con los blues. Fichado el pasado mes de agosto del Valencia por 28 millones de euros, el burgalés, de 24 años, ha sido el jugador más en forma en una temporada difícil para el club, en la que se despidió en marzo al entrenador portugués André Villas-Boas.
Mata, campeón mundial en Sudáfrica 2010, no estuvo en el grupo que ganó la Eurocopa en 2008 en categoría absoluta, pero ya sabe lo que es ser campeón continental con las categorías inferiores de la selección española, en el Europeo sub'19 de 2006 y el sub'21 de 2011.
Ver a Torres y Mata levantar el trofeo este sábado, junto con un Romeu que ha viajado a Múnich con el resto de la expedición blue, sería un consuelo menor para el fútbol español, que sí pudo celebrar el reciente título del Atlético de Madrid en el segundo torneo continental, la Liga Europa.