Lo que es evidente es que los trabajadores españoles cobrarán pensiones más bajas que sus padres. Aunque nada de lo acordado este miércoles afectará a los ya jubilados.
El Pacto de Toledo ha alcanzado un principio de acuerdo para ampliar el período de cálculo que se utiliza para calcular las pensiones actualmente fijado en los últimos quince años cotizados. Sin embargo, no todos los grupos están de acuerdo. IU, ERC y BNG se han desmarcado del resto de los partidos presentes en el Congreso.
Sobre la otra cuestión decisiva que estaba sobre la mesa –el retraso de la edad de jubilación- ni siquiera se ha intentado llegar a un consenso mínimo. Se ha dejado todo en un par de frases abiertas sin ningún compromiso de fondo. El texto aprobado permite al Gobierno que haga lo que quiera en este último punto. Según lo avanzado ya en varias ocasiones (la última hace menos de un mes por parte del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez) la edad legal de jubilación quedará fijada en los 67 años.
- ¿Merecía la pena tantas vueltas con el Pacto de Toledo para llegar a esto?:No, eso es lo más evidente de la jornada. Lo acordado este miércoles en el Congreso no es más que un conjunto de recomendaciones genéricas, que pueden servir para mucho y para nada. Todavía no se ha hecho público el texto definitivo, pero lo avanzado por los partidos apunta hacia una redacción imprecisa que dejará abierta la puerta al Gobierno para que vaya en la dirección que quiera. Se ha hablado mucho en los últimos meses de cómo será la reforma y nada de lo conocido ahora cambia esa perspectiva.
Pero tampoco parece casual la fecha escogida para anunciar el acuerdo. Mañana, José Luis Rodríguez Zapatero tendrá en Bruselas una de las reuniones más tensas de su carrera política. En la capital belga tendrá que responder sobre la crisis de deuda, las amenazas de Moody’s al Gobierno español y a las exigencias de parte de sus socios para que haga más recortes. Evidentemente, aunque el Pacto de Toledo no haya previsto nada concreto, el presidente podrá llegar con unos titulares de prensa que dicen que ya hay un principio de acuerdo que, además, va en la dirección de lo que pide Bruselas.
Eso sí, en un momento decisivo para la economía española, con los inversores de todo el mundo observando las decisiones del Gobierno, parece sorprendente que más de medio año de negociación en el Pacto de Toledo acabe sin ninguna recomendación concreta que llevarse a la boca. Simplemente, se ha mareado la perdiz para acabar diciendo lo que todos sabíamos desde comienzos de 2010: habrá reforma de las pensiones, será para recortarlas y se retrasará la jubilación.
- ¿Qué se ha acordado este miércoles?: Mucho y poco. Se han marcado las líneas generales –ampliación del período de cálculo de las pensiones, retraso de la edad de jubilación, homogeneizar la base reguladora, dificultades a las prejubilaciones-, pero no se han establecido las cifras definitivas. De esta manera, no se dice si se amplía el período de cálculo a los veinte años o a toda la vida laboral, ni cómo se hará para retrasar la edad efectiva de jubilación. La dirección está clara, pero la distancia a recorrer se desconoce.
- ¿Lo aprobado por el Pacto de Toledo ya es definitivo?: No, por un lado porque, como ya hemos dicho, hay muy pocas cosas concretas en lo anunciado este miércoles. Por otro, porque será el Parlamento el que tenga que votar la reforma de las pensiones, en principio siguiendo la propuesta que le haga llegar el Gobierno. Valeriano Gómez, ministro de Trabajo, ya anunció que será el 28 de enero cuando el Ejecutivo presente su proyecto final. Sin embargo, si el Pacto de Toledo, que engloba a todos los partidos con representación parlamentaria, llega a un acuerdo, se hace difícil imaginar que el texto del Gobierno se separe mucho de lo ya conocido.
- ¿Se retrasará la edad legal de jubilación?: Casi seguro que sí, aunque ahora se diga que no. Bruselas está presionando al Gobierno para que apruebe reformas estructurales. Parece que Zapatero no podrá negarse a llevar la edad legal de jubilación a los 67 años. En estos momentos, la edad legal es de 65, aunque la real es de 62 años.
El Gobierno querría simplemente comprometerse a retrasar esta última cifra: con bonificaciones a los trabajadores que trabajen más allá de los 65, penalizando las prejubilaciones, etc. Pero no le apetece sufrir el desgaste ante la opinión pública de retrasar la edad legal.
Sin duda, éste es el punto más polémico del acuerdo. Ningún partido querrá estar detrás de su aprobación, porque será muy impopular. Posiblemente, irá en el texto final de la reforma, aunque no en el del Pacto de Toledo. De hecho, en el informe sobre el que trabaja este organismo se habla de retrasar la edad real de jubilación, no se dice nada de la legal. Se incluirán redacciones genéricas sobre "flexibilidad, incentivar la vida laboral más allá de la edad legal, llevar la edad real de jubilación lo más cerca posible de la edad legal, etc.".
Eso sí, se deja la puerta abierta para que el Gobierno pueda fijar los 67 años sin que se pueda decir que rompe con lo acordado en el Pacto de Toledo.
- ¿Habrá prejubilaciones?: Se dificultarán mucho. Ahora mismo, a partir de los sesenta años, es posible jubilarse con una reducción del sueldo. Incluso, en los últimos años, para facilitar muchos acuerdos de las empresas con sus empleados, el Estado ha asumido parte del coste de algunas prejubilaciones. Ahora parece que se quiere acabar con estas prácticas. En principio, no hay nada que objetar a que el Gobierno no pague nada a quien quiere dejar de trabajar antes de la edad legal, pero tampoco sería lógico que se prohibieran por Ley las prejubilaciones. Si una empresa decide pagar el 80% (por ejemplo) de su salario a sus empleados mayores de 50 años, ¿qué le importa al Ejecutivo? Pero hay voces que hablan de prohibirlo por Ley, para que todo el mundo trabaje hasta los 65 años: así cotizaría más que si estuviera prejubilado.
- ¿Qué significa ampliar el período de cálculo?: Es una rebaja de pensiones, pura y dura. Aunque se venda como una manera más justa de calcular la prestación, lo cierto es que supondrá un recorte de la paga mensual de los futuros pensionistas. Si se amplía de los 15 años actuales a los 20 años (es lo más posible), la reducción de la pensión media será del 5%; si se amplía a toda la vida laboral, la reducción rondará el 20%. La razón es que casi todo el mundo gana más en sus últimos años trabajados que en sus inicios.
- Homogeneizar el cálculo según los años cotizados: Se ha llegado a otro principio de acuerdo para homogeneizar la forma en la que computan los años trabajados a la hora de calcular la pensión. Ahora mismo, no todos los años valen lo mismo a efectos de generar el porcentaje de la base reguladora. En concreto, los primeros años cuentan un 3% cada uno, mientras que los últimos cuentan un 2%. Según Tomás Burgos, del PP, "no tiene ningún sentido mantener un criterio por el que los años cuentan de forma diferente solo por el lugar que ocupan en la carrera laboral de un ciudadano".