LD (EFE) La confianza de los consumidores norteamericanos en la economía de ese país ha caído muy por debajo de lo que estaba previsto. Los economistas confiaban en que esta caída quedara en el 59,5 puntos y no en 56,7, que es el resultado preeliminar obtenido. El subíndice relativo a la visión de los consumidores acerca de las condiciones de la economía se sitúa en 68,7 puntos, frente a los 73,3 puntos del mes anterior.
El subíndice correspondiente a las expectativas a un plazo de seis meses retrocedió a 49 puntos, desde los 51,1 puntos de mayo. Este y otros sondeos mensuales de la confianza de los consumidores reflejan desde hace meses un creciente pesimismo, tanto en lo relativo al presente como al comportamiento de la economía a medio plazo, debido al encarecimiento de la energía y de los alimentos y al deterioro del mercado laboral en EEUU, entre otros factores.
Los precios suben
Al mismo tiempo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU creció en mayo un 0,6 por ciento, más de lo previsto, debido entre otros factores al encarecimiento de los combustibles, informó hoy el Departamento de Trabajo. Los expertos creen que este incremento, el mayor desde noviembre, repercutirá en las preocupaciones de la Reserva Federal sobre el repunte de la inflación en EEUU por el encarecimiento de los alimentos y la gasolina.
Los analistas preveían un alza del 0,5 por ciento, según el sondeo efectuado por Bloomberg. El incremento del 0,6 por ciento se produce después de una subida del 0,2 por ciento en abril. La inflación subyacente, o núcleo del IPC, que excluye los precios de alimentos y energía, aumentó un 0,2 por ciento, coincidiendo con los cálculos de los economistas.
El incremento del coste del petróleo y de los alimentos ha provocado preocupación entre los miembros de la Reserva Federal después de que hayan bajado los tipos de interés en siete ocasiones desde septiembre para paliar los efectos de la crisis económica. Los inversores prevén que el Banco Central aumentará los tipos como pronto en agosto.
En términos interanuales, el IPC aumentó un 4,2 por ciento en los doce últimos meses, después del 3,9 por ciento registrado en el periodo anual que terminó en abril.
La inflación subyacente subió un 2,3 por ciento desde mayo de 2007, el mismo porcentaje que el mes anterior. El fuerte incremento del precio del petróleo fue en gran parte responsable de las cifras de inflación en EEUU, dado que los costes asociados con la energía aumentaron un 4,4 por ciento en mayo y un 17,4 por ciento en los últimos doce meses.
Los precios de la gasolina se incrementaron un 5,7 por ciento el mes pasado. Los costes de la electricidad aumentaron pero menos, y terminaron el mes de mayo con una subida del 0,9 por ciento. Como resultado, el transporte subió un 2 por ciento en mayo. Los costes energéticos mantienen así la presión sobre los precios. El crudo alcanzó el récord de 139,12 dólares por barril la semana pasada en Nueva York.