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Feijóo ¿el relevo de Rajoy?

No hay que perderle de vista. Alberto Núñez Feijóo se ha convertido en un clarísimo valor en alza dentro del PP y, según algunos compañeros de partido, está demostrando dotes de líder nacional. Su papel en la Conferencia de Presidentes no ha dejado indiferente a nadie.

No hay que perderle de vista. Alberto Núñez Feijóo se ha convertido en un clarísimo valor en alza dentro del PP y, según algunos compañeros de partido, está demostrando dotes de líder nacional. Su papel en la Conferencia de Presidentes no ha dejado indiferente a nadie.

Es el otro Alberto, el de Galicia. Y al contrario que ocurre con el Alberto de Madrid -de apellidos Ruiz Gallardón- es difícil que alguien hable mal de su trabajo en el seno del PP. Su última gesta: conseguir un discurso unitario de los barones del partido en la fracasada Conferencia de Presidentes, que se celebró el lunes en el Senado.

El presidente Gallego, erigido por Génova como portavoz de los líderes regionales del PP, hizo los deberes y los suyos le respondieron con obediencia. Por una vez, la voz del partido fue la misma tanto a micrófono abierto como a micrófono cerrado.

La clave del éxito: la organización. Alberto Núñez Feijóo reunió en hasta dos ocasiones a los suyos en la Cámara Alta. Primero, para ojear deprisa y corriendo el documento económico que el Gobierno les había facilitado al término de la primera sesión de la cumbre. El segundo, cuando José Luis Rodríguez Zapatero hizo un receso en la interminable reunión; momento que utilizó para consensuar una estrategia final.

Escuchó, debatió y consensuó”, resume, en declaraciones a Libertad Digital, un dirigente del PP presente en sendos encuentros.

Previamente, Feijóo había dedicado el fin de semana a empollarse el decálogo del PP contra la crisis. El viernes, almorzó con el resto de sus colegas regionales junto a Mariano Rajoy en la sede nacional de la formación, y el domingo, ya por la noche, volvió a acudir a Génova 13 para perfilar el encuentro en coordinación con Javier Arenas y Pedro Sanz, decano de los populares y también portavoz en la cita.

Una exitosa tarea que resuena esta semana en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde adquieren conciencia de que Alberto, el gallego, toma cuerpo de cara a la presidencia del partido. “Es la imagen del éxito”, destaca un veterano parlamentario, que recuerda que ganó “a la primera y por mayoría absoluta”.

Otro compañero de filas añade que su discurso ha sido “claro y firme” contra la corrupción -en referencia al caso Gürtel- a la par que “siempre ha sido leal al partido”, por lo que, según dice, “cuenta con el total beneplácito de Rajoy”.

De hecho, si algo aprecia de él el líder del PP es su lealtad y, como no, que le diera su primera victoria electoral desde el Congreso de Valencia ya con la trama corrupta en todas las portadas. “Le aprecia en lo personal y en lo político”, revela un destacado marianista, que no entra en discutir si tiene o no cabida en la planta noble de Génova.

De momento, Feijóo se muestra disciplinado, y augura: “Rajoy será presidente del Gobierno”. Preguntado en una reciente entrevista si él también se ve algún día en La Moncloa, respondió: “ya he cumplido unos años y sé lo que son las modas... una cosa es la ambición política y otra volverse loco. Mi ambición es ser un buen presidente de Galicia, y desde aquí contribuir a que Mariano Rajoy sea el próximo inquilino de La Moncloa”. Sea como fuere, el debate ya se ha instalado en las filas del PP.

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