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Amando de Miguel

Extravagancia libresca

Con los libros se han hecho muchas extravagancias; por ejemplo, quemarlos de manera pública y solemne. Sin llegar a esa crueldad, alguna ONG ha propiciado la estratagema de colgar unos miles de volúmenes de la Puerta de Alcalá. Se supone que es una especie de gran colecta para enviar los libros, como regalo, a los países iberoamericanos. El fin no justifica los medios. Los libros colgados en bolsas de plástico y al aire libre, al del verano madrileño, van a deteriorarse mucho. La iniciativa revela muy poco aprecio por los libros y por los monumentos históricos. Pobre Puerta de Alcalá.

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