Jean Pierre Chévènement, líder del Movimiento de Ciudadanos y posible candidato a la presidencia de Francia, le dijo a Miguel Ángel Bastenier en El País: “Europa no debe convertirse en un suburbio de Estados Unidos”. Los intervencionistas europeos, sobre todo franceses, nos vienen engañando desde hace décadas con este camelo de que el verdadero peligro es EE UU.
La razón de esto es que EE UU encarna la economía capitalista, y su éxito es lo que los socialistas de todos los partidos no perdonan. Por eso Chévènement habla de “dictadura del mercado”, se queja de que “en cuanto tiene otras aspiraciones que las del homo economicus, el hombre es totalmente ignorado” y truena contra “la dictadura del accionista” y el “capitalismo financiero que ignora al ciudadano”.
Este es un lenguaje verdaderamente curioso, considerando que las dictaduras son las otras, precisamente las que no dejan funcionar al mercado, ni a la economía ni a los accionistas. Pero en Francia parece que esto no se comprende. En cambio, a quien los políticos e intelectuales franceses comprenden es a los antiglobalizadores, y a José Bové, un señor que destruye McDonald’s, que es donde comen los trabajadores, y que quiere cerrar las puertas de Francia y Europa a los productos de los países pobres.
Y los políticos como Jean Pierre Chévènement persisten en emplear lenguajes tribales, demagógicos y colectivistas y en asustarnos con que nuestro destino aciago es convertirnos en un suburbio de EE UU. Por cierto, algunos suburbios norteamericanos no están mal.
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