Hace cuarenta años que los Reyes de España se casaron por duplicado en Atenas. Desde entonces viven en la Zarzuela y son uno de los escasos ejemplos de estabilidad familiar y responsabilidad histórica en el complicado mundo de las casas reales europeas. Con motivo de este aniversario, Antena 3 dedicó un especial informativo de una hora que, como en la boda real, que tuvo que hacerse por el rito católico y por el ortodoxo, daba la sensación de que estaba “repe”. Era el mismo documental que sirve para un programa sobre la transición, un cumpleaños de la Reina, el cabo de año de la muerte de D. Juan o de material para la serie “Cuéntame”.
Aunque siempre da gusto volver a ver las ceremonias de Atenas, el barco de Liberal Lucini con los invitados españoles, el mensaje de la Corona en la proclamación como Rey de D. Juan Carlos I en las Cortes o las lágrimas en el entierro de D. Juan en el Escorial, podrían en algún momento cambiar un poquito las presentaciones o el texto para actualizar “El informativo”. Porque una cosa es que el tratamiento de nuestros monarcas sea institucional, y otra que, hasta que nos entierren, no podremos librarnos de las palabras introductorias de Victoria Prego o Rosa María Mateo; el anecdotario sobre Doña Sofía desgranado de manera entusiasta por Pilar Urbano y el paseo de Cayetana Fitz-James contando con dificultad la encomienda que recibió de la Reina Victoria Eugenia para introducir en la cultura y costumbres españolas a la Reina.
Fernando Rayón y Charles Powell participaron también en este informativo dedicado a remachar el clavo de una boda que ha tenido excelentes frutos. Con razón le da miedo al Príncipe casarse porque es difícil que, teniendo casi todo en contra, Juan Carlos y Sofía consiguieran salvar todos los obstáculos políticos y religiosos y rematar con todas las ceremonias que hicieran falta para que el matrimonio resistiera sin presentar grietas.
Los españoles podemos felicitarnos por esta boda, pero el único informativo que ofreció una cadena de televisión el día del aniversario podía haber sido un poco menos ortodoxo.
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