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Encarna Jiménez

Parada imprescindible

José Manuel Parada empezó haciendo su “Cine de barrio” los sábados, pero como continúa ganando seguidores, en TVE tienen que echar mano de él en las fiestas nacionales. Siempre tiene argumento, invitados y cinta para llenar tres horas, ya sea el día del Pilar o el de Todos los Santos, y no hay muerto de nuestra escena al que no le prepare un homenaje en menos que canta un gallo. Entre sus “fans” hay “frikies” veinteañeros, nostálgicos cincuentones, cinéfilos omnívoros y curiosos de todo pelaje. La gente lo piropea por la calle y todo artista que trabajó en tiempos del “NO-DO” lo adora.

La clave de su éxito está en que se conoce al dedillo la vida y obra de todos los que han sido algo en el cine español y que a todos los trata con cariño tanto en el plató como fuera de él. La película en “Cine de barrio” es lo de menos, lo bueno es ver cómo, por ejemplo, a propósito de una mala película protagonizada por Manolo Escobar, consigue llevar al cantante al plató y hacer de él un Tenorio el día de difuntos y convencernos de que María Kosti y Africa Prat se lo disputaron en Ibiza con y sin focos. De paso, se ocupa de rescatar un documento histórico sobre el Tenorio que dirigió Luis Escobar con decorado y vestuario de Dalí; y con la visita de Guillermo Antón engancha desde canciones de “Los mismos” hasta el espectáculo musical de Raphael.

Por si era poco, como la horrible película “¿Dónde estará mi niño?” iba de legitimar hijos de famosos, nos preparó un reportaje sobre el tema desde Jeromín a Ortega Cano. Que un comedor tan poco moderno, un piano y una tata imposible sean el escenario de un programa imprescindible es uno de los misterios gozosos de José Manuel Parada.

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