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Defensa medicalizada

A este paso los médicos serán los únicos militares con posibilidades de actuar más allá de nuestras fronteras

La doctrina Zapatero para combatir el terrorismo está dejando de ser una mera teoría para convertirse en política de Gobierno. La huida de Irak no fue así una mera concesión a la galería socialista, sino la primera piedra de un cambio radical en nuestra política de seguridad. Al terrorismo internacional no se le combate, según Zapatero, ni con la fuerza de las armas ni con la de las convicciones, sino a través del dialogo entre civilizaciones, la igualdad entre sexos y la cooperación con los regímenes que lo alientan.
 
El siguiente caso fue el envío de tropas a Afganistán. El Gobierno utilizó a este país como coartada para lavar su mala imagen por la precipitación de la huida de Irak. Sin embargo, la contribución española se limitó a un hospital de campaña junto a una mínima fuerza para autoprotegerlo. Los 500 soldados desplegados al norte del país para supervisar el proceso electoral tienen por el contrario una fecha de caducidad muy próxima.
 
Con este envío renunciamos no sólo a participar en la operación Libertad Duradera, retirando la fragata española que estaba en el Índico, sino que rechazamos también participar en ISAF con una fuerza que garantizara la seguridad en un área.
 
El último caso es Colombia. España se había comprometido a ceder a este país unos carros de combate AMX-30 y unos obuses para combatir al ejército de 50.000 guerrilleros, bien pertrechados con el dinero del narcotráfico, a los que debe hacer frente el mal dotado Ejército colombiano. Era la mínima ayuda que podían esperar los colombianos de España frente al importante paquete de ayuda militar que les presta Estados Unidos a través del Plan Colombia.
 
Sin embargo, el nuevo Gobierno ha decidido cancelar esta ayuda al chocar con la doctrina Zapatero, según la cual las armas son contraproducentes para luchar contra el terrorismo. A cambio se len transfieren dos viejos C-212 del Ejército del Aire a los que habrá que "medicalizar" a toda prisa, así como otro material sanitario. Todo muy aséptico.
 
Pero lo peor es que este paquete sanitario puede terminar incluyendo al propio Moratinos siempre dispuesto a apoyar el dialogo-claudicación de los demócratas frente a los terroristas. Esa será probablemente la segunda fase en la ejecución de la doctrina Zapatero respecto a Colombia.
 
El Ministro de Defensa se ha escudado en el mal estado de los carros para cancelar la operación. Sin duda es el cinismo la peor característica de este Gobierno. Los carros eran sin duda de segunda mano, pero hubieran sido de gran utilidad para el Ejército de Colombia. La decisión ha sido política y el Gobierno debería tener al menos la decencia de defenderla sin necesidad de mentir.
 
En todo caso, parece que este Gobierno parece que va camino de transformar nuestras Fuerzas Armadas en unas Fuerzas Sanitarias. A este paso los médicos serán los únicos militares con posibilidades de actuar más allá de nuestras fronteras.

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