Menú
MEDIOAMBIENTE, DESARROLLO... Y CORTINAS DE HUMO

Los verdes están pasando frío

Desde hace años, los verdes nos asustan con el calentamiento global; y además nos culpan del mismo porque utilizamos la calefacción en invierno, el aire acondicionado en verano, leemos periódicos de papel, prendemos la luz para leer, vemos la televisión y preferimos movernos en coche en vez de a pie o en autobús.

Desde hace años, los verdes nos asustan con el calentamiento global; y además nos culpan del mismo porque utilizamos la calefacción en invierno, el aire acondicionado en verano, leemos periódicos de papel, prendemos la luz para leer, vemos la televisión y preferimos movernos en coche en vez de a pie o en autobús.
Esa campaña propagandística de los verdes es tan mentirosa como las desprestigiadas e incumplidas promesas de los políticos de protegernos desde la cuna hasta la tumba. Pero, lamentablemente, muchas de las grandes empresas descuidan al consumidor y se concentran en ganar favores gubernamentales a base de enverdecer sus productos, lo cual encarece exageradamente los costos (también los de mantenimiento y uso) y repercute negativamente en la calidad y confiabilidad de aquellos. Da igual: como son verdes, reciben todo tipo de ventajas y subsidios gubernamentales, que, desde luego, son financiados con los impuestos de todos.

Recuerde: si lo que usted está comprando es verde, pagará dos veces por ello: en la caja registradora y a la hora de rendir tributo a hacienda.

No deja de asombrarme que haya compañías grandes y famosas que se sirvan de sus cabilderos y de las aportaciones que hacen a las campañas electorales de senadores y congresistas para lograr una mayor intervención gubernamental en el sector del mercado donde operan; una intervención que perjudicará a los pequeños empresarios, que suelen ser los verdaderos innovadores y los responsables de la aparición de nuevos y mejores productos y servicios. Si las cosas hubieran sido igual cuando esas grandes compañías hicieron su aparición en el mercado, no hubieran podido crecer, prosperar y atraer las inversiones de sus actuales accionistas.

Parece ser una epidemia mundial: las compañías más grandes no suelen creer en la libre competencia ni en el libre mercado; prefieren el proteccionismo y la intervención gubernamentales, que el Estado asigne a dedo quién va a seguir creciendo, quién tendrá éxito y quién sobrevivirá a la pluralidad de regulaciones y manipulaciones políticas.

Los gobiernos grandes y poderosos no suelen defender los intereses de los pobres ni los de la clase media, sino más bien los de un selecto grupo de allegados. Para tener una idea de quiénes pueden formar parte hoy del mismo, miremos la lista de los 17 invitados a la Casa Blanca el pasado día 24, en la que figuraban los presidentes de General Electric, State Farm, Verizon, American Express, J. P. Morgan Chase, Honeywell, Wal-Mart, Kodak, AT&T, PepsiCola, Office Depot y Boeing.

Pero mejor será que sigamos culpando de todos nuestros males al calentamiento gobal. Así lo hizo recientemente Suneeta Mukherjee, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Población(Unfpa), al afirmar en un programa de televisión que en Filipinas las mujeres son más vulnerables porque, en lugar de sembrar o pescar, el cambio climático las lanza a la mala vida.


© AIPE

CARLOS BALL, director de la agencia AIPE.
0
comentarios