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Maite Nolla

Exceso de cabida

La visita de la señora Camacho a Badalona ha provocado la reacción contraria de ERC, por considerarla racista, xenófoba y todo lo demás, aunque ERC fue uno de los partidos que propuso impedir el empadronamiento de ilegales en el ayuntamiento de Vic

Algunos piensan que la inmigración y sus derivados se han convertido en un tema electoral en Cataluña, aunque curiosamente todos los partidos tengan en esta cuestión la misma postura. Vamos, que no hay partida; que entre PP, PSC, CiU y ERC la única diferencia en este tema es quién lleva la iniciativa. Les digo esto porque este viernes ha sido Alicia Sánchez-Camacho la que aprovechando el asunto de Sarkozy se ha ido a Badalona a hacer campaña. Debe ser que es casi fin de semana, porque si bien la postura oficial de la señora Camacho es que "en Cataluña no cabemos todos", hace unos meses pudimos ver como un domingo ayudaba a repartir propaganda a García Albiol y el lunes le dejaba a los pies de los caballos, renegando del contenido de la propaganda que ella ayudó a repartir, presionada por los medios locales y no locales.

La visita de la señora Camacho a Badalona ha provocado la reacción contraria de ERC, por considerarla racista, xenófoba y todo lo demás, aunque ERC fue uno de los partidos que propuso impedir el empadronamiento de ilegales en el ayuntamiento de Vic, en contra de lo que establece la ley. El ayuntamiento de Vic, como ya dijimos en su día, no está gobernado por Anglada, sino por un señor de CiU y la propuesta ilegal contó con el apoyo del Partido Socialista de los "papeles para todos". CiU, ese partido que en su día aprobó en el Congreso una reforma de la Ley de Extranjería con el único propósito de infligir una derrota a Aznar antes de las elecciones de 2000, aunque lo que consiguió fue auparle a la mayoría absoluta. Aquella reforma duró apenas unos meses, pero fue el precedente del modelo de Caldera. Pasados los años, CiU, contraria a prohibir el uso del burka en los espacios públicos de Barcelona, presentó una iniciativa para prohibirlo en los espacios públicos de Lérida. El alcalde de Lérida, del partido de Caldera y del partido que había rechazado la propuesta en Barcelona, apoyó la iniciativa de CiU, y ha prohibido el burka en Lérida. Eso sí, esforzándose ambos partidos en relacionar burka e inmigración, no vaya a ser que no produzca efecto. Todo ello, pese a que hace unos años, tanto CiU como el PSC en Lérida tragaron con la humillación de un imán que se negó a ser entrevistado por una mujer en una tele local. Una tele subvencionada, es decir, pública a todos los efectos.

Siguiendo con este pequeño manual de la postura sobre inmigración de los partidos en Cataluña, al igual que sucedió durante este verano, el ayuntamiento de Lérida se ha visto obligado a clausurar la mezquita de la calle del Norte por superar, como siempre, el aforo del local. No siendo una cuestión que tenga que ver exactamente con la cuestión islámica ni con la inmigración, tanto la comunidad musulmana como el ayuntamiento se están esforzando en que se vea como una polémica que sí tiene que ver con ello. Para resumir, pese a que el ayuntamiento ha ofrecido y facilitado una nueva ubicación, como se ha hecho con otras comunidades, los líderes religiosos locales se niegan a moverse por un motivo: la mezquita está en el centro de la ciudad, y en la calle del Norte y en las adyacentes se han ubicado numerosos bares, restaurantes, locutorios, carnicerías y demás. En la mezquita de Lérida hace años que no se respeta el aforo permitido en el local, y el alcalde ha hecho la vista gorda, por la multiculturalidad y todo el rollo, hasta que CiU ha subido el listón y se ha leído el programa de Anglada de cara a las municipales.

¿Conclusión? No busquen en ninguno de los partidos un razonamiento algo estructurado sobre la libertad, la dignidad, el respeto a la legalidad o el trato a las mujeres como personas y no como mulas de carga. Pasado noviembre y pasado junio, a otra cosa.

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