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Rogelio Biazzi

¿Cuándo se jodió España?

¿Qué nos queda? Nada menos que ser más competitivos, más productivos y menos deficitarios. La deuda pública española es menor que la alemana, pero si le sumamos la deuda privada es muchísimo mayor.

Cambiando España por Perú, tomo prestada de Vargas Llosa esta pregunta sacada de la conversación que dos limeños estiran en una mesa del bar "La Catedral" para usarla como disparador de esta reflexión: ¿cuándo se jodió España? Sé que doy por hecho que España está jodida, pero creo que los hechos de las últimas semanas, de los últimos meses e incluso de los últimos años, dejan claro que esto no es una suposición sino una certeza.

¿Cuál es la guinda de esta tarta cada vez más grande que se ha estampado contra la cara de España? El coste de la financiación española nunca fue tan caro para nuestro país. Desde que España forma parte de la zona euro, nuestra prima de riesgo nunca había alcanzado los 224 puntos básicos sobre la deuda pública alemana. Hoy este pico es una realidad y lo más alarmante es que todo indica que aún no ha tocado techo. Los números no significan otra cosa que a nuestro país le cuesta casi el doble endeudarse que a Alemania. El "spread" expresa la diferencia de percepción de los inversores sobre el riesgo de impago. En tiempos de vacas gordas esta prima se estrecha, pero cuando las finanzas públicas tienen un estado tan calamitoso como las nuestras actuales, los fondos esquivan a los apestados y buscan refugios seguros.

¿Por qué los inversores prefieren irse a Alemania y hasta a Reino Unido antes de plantearse prestar dinero a España aun con una rentabilidad llamativamente más alta? ¿Son los malditos rumores y los especuladores que se sirven de ellos los que nos están tratando de perjudicar? La verdad – aunque dura– es que no. La diferencia estriba en que hay otros países serios y conscientes de la situación –que estando mejor que nosotros– han abordado reformas profundas. Han tocado hueso mientras nuestro gobierno se ha quedado en la epidermis o a lo sumo en la primera capa de grasa.

El mega ajuste del Gobierno alemán pone de relieve la sensación de solvencia y seriedad de los alemanes con lo que nos hace comparativamente más insolventes e inseguros. Además, si Alemania gasta menos, emitirá menos deuda con lo que hará más atractivos los títulos que ofrece, y esto, con la sobreoferta de bonos buscando comprador, hará más difícil a otros países, como España, colocar los suyos. ¿Qué nos queda? Nada menos que ser más competitivos, más productivos y menos deficitarios. La deuda pública española es menor que la alemana, pero si le sumamos la deuda privada es muchísimo mayor. De nuestro déficit ni hablar, está ocho puntos encima del de Alemania.

Volviendo a la pregunta del comienzo hay dos formas de contestarla, una larga y una corta. En la respuesta larga deberíamos hablar de cultura del facilismo, demagogia de los gobiernos, sectarismos y regionalismos, mezquindades, de vivir por encima de las posibilidades... Pero en este artículo sólo estoy en condiciones de dar la respuesta corta: ¿Cuándo? Cuando José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones en 2004.

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