Menú

Querido amigo;

Ante la imposibilidad de hablar en persona con cada uno de vosotros, los votantes de Vox, como sería mi deseo, he pensado ponerte estas líneas para agradecer tu voto y tu confianza. Y te lo agradezco tanto si sigues confiando en nosotros como si te has sentido defraudado en los últimos meses. Entre todos hemos logrado que antes de que Vox cumpla un año sus militantes hayan votado más veces que los de otros partidos con décadas a cuestas y que como viejos elefantes hoy se dirigen con paso lento y pesado, en un camino sin retorno, al cementerio.   

Sabes que Vox ha vivido momentos críticos, y lo sabes porque a ti, que no tenías culpa de nada, te tocó rendir cuentas ante aquellos a los que habías pedido el voto. La aparente sensación de pérdida de rumbo la provocaba la provisionalidad, el vacío de liderazgo. Pero eso terminó ya. Como presidente de Vox, te aseguro que voy a hacer lo posible y lo imposible para que cada vez que seamos noticia tú no te veas obligado a deshacerte en explicaciones, sino que tengas sobrados motivos para el orgullo de participar en la que es sin duda la aventura más romántica de la España de los últimos años. De momento, a los que nos daban por finiquitados puedes decirles con el clásico que "los muertos que vos matáis/ gozan de buena salud".  

Otra cosa que te garantizo como presidente es que ni a ti ni a mí nos van a robar un minuto de nuestro tiempo las intrigas y los sabotajes. No nos va a temblar el pulso. A los que lleguen de fuera para reventar el partido desde dentro les vamos a enseñar la puerta de salida. La de entrada, en cambio, estará siempre abierta a aquellos que quieran trabajar por una España mejor. Esta política de puertas abiertas no significa que vayamos a encerrarnos en las cuatro paredes de la sede. Te aseguro que te va a ser más fácil encontrarme en las calles, en los barrios, en los pueblos y en las carreteras que en mi despacho. Si queremos ganarnos la confianza de los españoles, no nos queda sino ir puerta por puerta, aún con riesgo de que algunas no las cierren en las narices, pero siempre será mejor un Vox accidentado que orbitando alrededor de su ombligo.

Como bien sabes, haber sido elegido presidente con más del 90 por ciento de los votos no significa que tenga por delante un cheque en blanco, sino bien alto el listón de la exigencia. Te advierto desde ya de que no soy infalible y de que algún error cometeré. Pero también te digo que me veo capacitado, que estoy en forma como no lo había estado nunca. Me he rodeado del mejor equipo titular, y no me refiero solo a mis compañeros de candidatura, sino de manera muy especial a ti. Quiero que no te quedes en las gradas animando y que bajes al terreno de juego a darlo todo con nosotros. Porque vamos a salir a ganar. Aquí hay partido.

Temas

En España

    0
    comentarios