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Thomas Sowell

La obsesión de los medios contra Palin

A menudo los medios de comunicación invocan "el derecho a saber de la opinión pública" cuando en realidad están hablando de su propio derecho a difamar a quienes discrepan con ellos en asuntos políticos.

Puesto que la hija de la gobernadora Sarah Palin no se presenta a las elecciones presidenciales de este año, resulta sorprendente la repentina obsesión de los medios de comunicación con ella. Su embarazo no sólo fue portada del New York Times. La CNN colocó la noticia en la tira informativa que muestra permanentemente en la parte inferior de la pantalla y allí la banda de noticias situada en parte inferior de la pantalla de televisión. Allí permaneció durante lo que me pareció una hora o más.

Naturalmente, los periodistas de investigación han estado trabajando febrilmente hasta altas horas de la madrugada escarbando información sobre la familia de la gobernadora Palin. Fueron ellos los que descubrieron el incidente de su esposo, quien una vez, hace décadas, condujo bajo los efectos del alcohol antes de casarse.

A menudo los medios de comunicación invocan "el derecho a saber de la opinión pública" cuando en realidad están hablando de su propio derecho a difamar a quienes discrepan con ellos en asuntos políticos. Es dudoso que la opinión pública esté la mitad de obsesionada con la hija de Sarah Palin como obviamente lo está la CNN. Incluso antes de que a esta historia tan particular se le diera el bombo que ha recibido, la cadena ya estaba entre los medios convertidos en hazmerreír por haberse pasado de rosca en su apoyo a Barack Obama. Según han ido pasando los años, CNN ha convertido en algo cada vez menos parecido a un servicio de noticias y más cercano a una máquina de propaganda progre. Desgraciadamente, no es la única cadena en esa situación.

No era el valor de la noticia sobre el embarazo de la joven Bristol Palin lo que hizo que el hecho terminara como noticia de portada del New York Times o interminablemente en la banda inferior de la pantalla de CNN. Era una oportunidad para intentar dañar la carrera política de alguien con quien discrepan en lo político. Pero, ¿cuánto daño puede causar esta historia? Sólo el tiempo lo dirá, aunque parece dudoso que muchos votos cambien por ese motivo. La opinión pública no siempre se hace eco de las obsesiones de los medios de comunicación.

Al parecer, se esperaba que los conservadores se escandalizaran, pero con frecuencia la idea que tienen los medios de comunicación sobre cómo son los conservadores no guarda ninguna relación con la realidad. Por ejemplo, Rush Limbaugh siguió apoyando a la gobernadora Palin, pero se mostró asqueado con los izquierdistas que propagaron el escándalo.

Incluso podría verse en todo esto un lado positivo. ¿Cuántos de nosotros podríamos jactarnos de que si periodistas de investigación con los recursos que tiene una cadena de televisión o un periódico de gran tirada peinaran y analizaran la historia de nuestra vida y la de nuestra familia entera – incluso hurgando en décadas anteriores– el resultado sería mejor que lo que han encontrado en el caso de los Palin? Tengo gente cercana y querida que ha incurrido en terribles errores en la vida. ¿Acaso eso me descalificaría como candidato para un cargo político? Ciertamente no, al menos si fuese de izquierdas. Los medios de comunicación dirían: "pasen del tema" y "vayamos a otra cosa". Por otra parte, si yo me presentara por los republicanos, el escándalo del siglo podría ser que a un primo mío de tercer grado y de dos generaciones anteriores lo hubieran metido en la cárcel o hubiera muerto de una sobredosis.

Eso sí, hay al menos uno de los ataques de los medios de comunicación que podría tener algo de fundamento, ya que la gobernadora Palin ha sido crítica con la llamada "educación sexual" en las escuelas públicas. Se supone que el embarazo de su propia hija demuestra la necesidad de tales programas. Esa es la visión de la izquierda, pero ¿cuáles son los hechos?

Durante décadas, la "educación sexual" se ha vendido como una forma de reducir los embarazos de adolescentes y la incidencia de las enfermedades venéreas. Pero repetir incesantemente algo no equivale a hacer un argumento racional, ya sea en el caso de la "educación sexual" o del "cambio" en sentido genérico. Antes de que la propaganda contra los valores tradicionales sobre el sexo se llevara a la escuela pública bajo la etiqueta de "educación sexual" en los años 60, el embarazo juvenil y las enfermedades venéreas habían estado disminuyendo durante años.Por ejemplo, en 1960 el índice de infección por sífilis era solamente la mitad de lo que había sido en 1950.

Pero el embarazo juvenil y las enfermedades venéreas se pintaron como problemas cuya solución era la "educación sexual". Lo que sucedió en realidad fue que la larga tendencia a la baja en ambos casos aumentó dramáticamente después de que las nuevas actitudes hacia el sexo fueran promovidas en la escuela bajo el disfraz de educar a los alumnos. La "educación sexual" es un camelo similar al de montar un escándalo sobre una jovencita que no es candidata a nada.

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