Los mismos periódicos y telediarios que nos recuerdan constantemente que las personas procesadas "son inocentes hasta que se demuestre lo contrario" no hacen más que dar bombo a la noticia de las tropas americanas acusadas de violación en Irak un día sí y otro también, aunque está aún por demostrarse si estas tropas son culpables de algo.
¿Qué hay de todas las violaciones hechas por civiles por las que se presentan cargos –y hasta se demuestran– en Estados Unidos? Ninguna de ellas recibe esta cobertura 24 horas, 7 días a la semana en los principales medios.
Desafortunadamente, éste no es un ejemplo aislado de la importancia exagerada que se da en los medios a todas las acusaciones sin demostrar contra tropas norteamericanas. Cuando las acciones militares estaban aún en marcha, en los primeros días de la guerra de Irak, las tropas recibieron la condena mediática por no proteger adecuadamente un museo iraquí del que faltaban algunos objetos. Cuando se disipó el polvo de la batalla, resultó que el personal del museo había escondido estos objetos para protegerlos durante la lucha.
A continuación se tuvo noticia del incidente en el que un marine disparó a un terrorista que simulaba estar dormido. Los medios lo convirtieron en un gran escándalo hasta que una investigación desveló cómo éstos y otros trucos utilizados por los terroristas habían costado vidas de tropas norteamericanas en Irak.
Ninguna de las decapitaciones de rehenes inocentes llevadas a cabo por los terroristas en Irak –y grabadas para su distribución por todo Oriente Medio– ha provocado la mitad de la reacción en los principales medios que las acusaciones sin fundamento realizadas por los terroristas encarcelados en Guantánamo.
La mayor parte de los medios tampoco se mostraron más escépticos acerca de las acusaciones lanzadas por estos degolladores detenidos en Guantánamo de que ejemplares del Corán habían sido lanzados por el retrete en esa prisión. Resultaron ser mentira. La mera idea de que alguien tirara cualquier libro por el retrete debería haber levantado sospechas, pero gran parte de los medios tratan las declaraciones realizadas por terroristas y sus partidarios como ciertas, y cualquier negación de malas prácticas por parte de las tropas americanas como falsa y "una tapadera".
Esta es la misma gente de los medios progresistas que afirman "honrar a nuestras tropas" cuando pregonan con bombo y boato todas las bajas y convierten cada muerte que cae en un número redondo en una gran producción mediático, como sucedió con el norteamericano número 1000 fallecido en Irak y después con el número 2000. El reportaje en varias páginas en el New York Times y la amplia cobertura elaborada de manera similar en los programas de televisión progresistas muestran que llevaban algún tiempo preparando estas muertes concretas. Dado que los terroristas han cambiado sus ataques y ahora apuntan principalmente a los civiles iraquíes, puede que tengan la gran decepción de no poder cubrir la baja número 3000.
Hay que entender hasta qué punto es fraudulenta la afirmación de que estos progres mediáticos, que han estado contra el ejército durante décadas y que no han pasado por alto ni una oportunidad de difamar al ejército en Irak, estén ahora en primera línea "honrando" nuestras tropas por el método de meternos por los ojos sus muertes día sí y día también. Las tropas que han ganado medallas por valor en batalla –incluyendo un soldado que logró una Medalla de Honor del Congreso al precio de su vida– pasan sin darse a conocer en la mayoría de los medios importantes, que se centran en nuestras tropas como bajas que puedan explotar.
Un reciente estudio del Media Research Center concluye que los tres grandes canales de noticias –CBS, ABC y NBC– difundieron 99 noticias con una duración conjunta de 3 horas y media acerca de la investigación de las acusaciones contra los marines en la muerte de civiles iraquíes en Haditha el pasado noviembre. Acusaciones sin demostrar en un país donde la gente de parte de los terroristas incluyen a mujeres y niños civiles que colocan bombas para matar tropas norteamericanas y que saben montar mentiras para desacreditar a aquellos que no matan.
Pero los mismos canales que desperdiciaron 3 horas y media de cobertura en estas acusaciones sin demostrar concedieron menos de 1 hora de cobertura a todas las tropas americanas que habían logrado medallas al valor bajo fuego a lo largo de toda la guerra.
Todo presentador de televisión y todo periódico tiene derecho a criticar cualquier aspecto de la guerra en Irak o en cualquier otra parte. Pero afirman estar simplemente informando de lo que sucede, cuando eso no incluye filtrar lo que vaya en contra de sus opiniones editoriales y exagerar afirmaciones sin fundamento que desacreditan a nuestros soldados.
Esas tropas merecen la presunción de inocencia tanto como cualquier otra persona, como mínimo.
