Cuba es una celda tapiada

Hemos recibido decenas de correos agradeciéndonos que este lunes Federico Jiménez Losantos informara del sufrimiento de las dos niñas cubanas rechazadas por la tiranía castrista y por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Salvo el programa La Mañana de la COPE y Libertad Digital, ningún otro medio español informó de la odisea de Valentina y de Lesly. Si en vez de huir de Fidel Castro hubieran huido de un amigo de Bush, su caso hubiera salido en la primea página de El País y abierto todos los informativos de la Cadena Ser, pero como intentaban escapar de su admirado coma-andante, nadie en España, salvo nosotros, denunció lo que hicieron con ellas.

 

Jaumara Reinaldo, madre de las niñas, nos dijo el lunes que la han llamado de varios programas de radio de EEUU, pero que aquí no le preguntan por sus hijas. No puede ir a verlas a Cabo Verde. No ha regularizado su situación en España. No tiene “papeles”. Si sale de nuestro país no puede regresar. Nos contó que sus hijas no entienden nada, que las toman por turistas y las persiguen pidiéndoles dinero, a ellas que, por no tener, no tienen ni ropa, que lo extrañan todo, que casi no comen, que continúan viviendo en un “cuarto” de un conocido de un familiar de un conocido. Sin embargo, ni la OAR (Oficina de Asilo y Refugio), ni el ACNUR (Acto Comisionado de Naciones Unidas Para los Refugiados), se han interesado por sus hijas.

 

Tiene razón Federico Jiménez Losantos. También el gobierno de Aznar negó desde el 15 de marzo de 2002 el refugio a los cubanos. Pocos días antes del “11-M” Acebes prometió ayudarles. Por desgracia, los carroñeros no le dieron tiempo. En cualquier caso, los cubanos tampoco tienen mucho que agradecer al Partido Popular. Hay sin embargo una gran diferencia con lo que hoy hace el PSOE. Aznar no se reunió con los verdugos ni les ofreció diálogo. Recuerden lo que pudieron leer en Libertad Digital el pasado 7 de junio: “Pocas horas después de que un preso cubano se cosiera la boca para protestar por las torturas que sufre junto a otros cien mil ciudadanos en las más de doscientas cárceles castristas, Trinidad Jiménez y José Blanco recibieron en la sede del Partido Socialista a José Ramón Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba. La secretaria de Política Internacional y el responsable de Organización del PSOE le aseguraron al “Gallego Fernández” -verdugo de varias generaciones de cubanos- que es probable que ambos visiten al coma-andante después del próximo verano”.

 

Al menos, el Partido Popular no recibe a los torturadores de las niñas ni espera nada bueno de ellos. Por su interés reproduzco íntegramente una información que este miércoles pueden leer en el diario El Mundo: “El secretario de Internacional del PP, Jorge Moragas, despegó ayer hacia Cuba con una agenda de encuentros políticos que no será, probablemente, del agrado del régimen de Fidel Castro. El dirigente popular tiene pensado entrevistarse con lo más granado de la disidencia cubana del interior de la isla, entre otros con Oswaldo Payá, el veterano opositor cuya propuesta para la apertura del régimen comunista respaldan el PP y muchos otros partidos occidentales. También visitará a Blanca Reyes, la esposa de Raúl Rivero, el poeta encarcelado distinguido con el Premio Columnistas de 2003 de El Mundo. De momento, a Moragas no le han negado el visado en la embajada cubana en Madrid, aunque el viaje se presenta con alguna incertidumbre, ya que la intención del alto cargo del PP no es mantener sus contactos con los disidentes dentro de la clandestinidad, sino darlos a conocer a la opinión pública. Ello podría molestar al régimen, y no sería la primera vez que cortan el paso en la frontera, e incluso expulsan, a quienes quieren encontrarse con la oposición. Mariano Rajoy autorizó la propuesta que le hizo Moragas para desplazarse a la isla con el fin de subrayar el compromiso del PP con la democracia y los derechos humanos en Cuba. El responsable internacional del PP también lo consultó personalmente con Aznar e informó oficialmente al ministerio de Exteriores que dirige Miguel Ángel Moratinos”.

 

Sin embargo, días antes de que Moragas viajara a Cuba para intentar entrevistarse con algunos de los pocos disidentes que aún Castro no ha encarcelado, Eric M. Campos, secretario general de la Juventudes Socialistas, viajó a la Isla de las doscientas cárceles y junto a los carceleros admiró los logros de la robolución. Es lo que va del PP al PSOE. Castro lo sabe y, como ya les dijimos, está encantado con la música que le llega de Madrid y con el nuevo embajador, Carlos Alonso Zaldívar.

 

Moragas no podrá visitar en prisión a Oscar Elías Biscet. Se muere -como Martha Beatriz Roque, Raúl Rivero y cien mil presos más- en las celdas tapiadas de la cárcel-grande, por lo que nos han pedido que reproduzcamos el grito de auxilio que pueden leer a continuación: