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Agapito Maestre

Cambio de régimen político

A Zapatero no le interesa la democracia. Sólo quiere poder y poder para perpetuarse en un trozo de España.

Zapatero ha vuelto a engañar a los españoles. Ha ganado en el Congreso de los Diputados. Ha vendido la patria y la oposición ha tragado. La nación española no es ya sólo una palabra discutida y discutible, sino la excusa perfecta que ha servido para cambiar el régimen político sin contar con la mitad de los españoles. Zapatero ha conseguido lo que pretendía al comienzo de la legislatura. Gobierna con los nacionalistas y, quizá, seguirá gobernando con quienes odian la nación española. Además, todavía sigue teniendo el visto bueno de los criminales de ETA.

¿Qué ha respondido Rajoy al durísimo discurso de Zapatero? Poco. Por momentos, Rajoy ha quedado fuera de juego. Parecía atado por la negociación del cambio de los Estatutos. Y, lo que es peor, pasaba de puntillas por la actitud de sus posibles socios. Parecía que sólo le quedaba seguir mendigando la ayuda de los nacionalistas, o mejor, de los nacionalistas que han sido despreciados por Zapatero. El panorama es oscuro. Negro. El grupo dirigente del PP debería estar preocupado. O se toman en serio este debate o seguirá en la oposición.

A pesar de todo, y con el descaro que caracteriza a los populistas, Zapatero ha pedido unidad a Rajoy para combatir el "terrorismo" de ETA, sí, contra esos con los que él ha pactado su vuelta a las instituciones. Pide ayuda a Rajoy por si acaso sus "socios" de negociación le mueven la poltrona. ¿Bochornoso? No, es la desvergüenza de un político totalitario. Implacable y duro para destrozar la posibilidad de tender puentes entre el Gobierno y la oposición. A Zapatero no le interesa la democracia. Sólo quiere poder y poder para perpetuarse en un trozo de España. Por eso, precisamente, el modo de hacer política de Zapatero me da asco, porque difícilmente se compadece con la defensa de la nación democrática española. Creo que casi toda su acción de gobierno limita con el populismo guerracivilista. Más aún, su actuación y su "discurso" son casi prepolíticos, siempre dirigidos a anatemizar el adversario político hasta convertirlo en un enemigo.

No comparto, pues, la política de Zapatero, pero reconozco que su intervención en el debate del estado de la Nación no me ha defraudado. En su perspectiva, ha hecho una intervención casi perfecta y, encima, se ha adornado con un libro-basura sobre la Educación para la Ciudadanía. Ha hecho un discurso propio de un ganador. Ha dejado claro que su proyecto está ganando. ¿Cuál era su proyecto político? Aparte de su negociación con ETA, lo expuso, en primer lugar, en Perpiñán a través de sus socios de gobierno en Cataluña; posteriormente, lo ratificó en toda España con su pacto con ERC y, finalmente, con el cambio de los Estatutos de Autonomía, especialmente el de Cataluña. Sí, sí, su objetivo no era otro que cambiar el régimen político. En esto Zapatero siempre ha sido transparente. No ha engañado a nadie. Tampoco ha engañado en el debate con Rajoy.

Y, sin duda alguna, este cambio de régimen político lo está consiguiendo. El régimen democrático surgido de la Constitución de 1978 ha sido destrozado. ¿Qué ha hecho el PP para detener tal monstruosidad? Que lo diga el actual grupo dirigente del PP. Hoy, lo digo con tristeza, prefiero guardar silencio.

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