Según contó The Mirror, el suceso tuvo lugar en Lowestoft, Inglaterra, cuando estaba viendo un espectáculo aéreo. El rayo que impactó contra él le produjo quemaduras en los hombros, aunque su estado no reviste gravedad.
El pequeño, de trece años, fue alcanzado por el rayo un viernes trece, a las 13 horas y 13 minutos. La coincidencia no pasó inadvertida. Los sanitarios que trataron al niño en un primer momento destacaron lo "extraño" del caso.
Otros dos espectadores sufrieron heridas por el impacto de escasa importancia.
