
Un funcionario del centro penitenciario Sevilla II, en Morón de la Frontera, fue agredido el pasado 30 de agosto por un interno que, tras un episodio de alteración, lo golpeó y mordió, causándole la fractura de dos costillas y otras lesiones. El ataque ocurrió en el módulo 4 sobre las cinco de la tarde y fue denunciado por la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), que criticó la falta de medidas efectivas para prevenir este tipo de incidentes. Tras recibir atención médica en el centro, el funcionario tuvo que acudir a urgencias, donde se confirmaron las fracturas.
Desde el ámbito político, la diputada de Vox por Sevilla, Reyes Romero, ha señalado que agresiones como esta no son hechos aislados, sino frecuentes, y ha acusado al Ministerio del Interior de agravar la situación con su falta de acción. También le acusa de provocar un hartazgo más que lógico entre estos servidores públicos que cada día se enfrentan a más peligros".
La diputada se ha preguntado por las medidas preventivas que el gobierno, desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, pudiera "tener en mente" para "abordar la desprotección que sufren los funcionarios de prisiones".
El pasado 8 de julio una psicóloga del mismo centro penitenciario sufrió una brutal agresión sexual cuando un preso aprovechó que estaba a solas con la profesional durante una entrevista "para abalanzarse sobre ella".
