
Una militante del PSOE ha dado un golpe de efecto en el peor momento para la dirección de Pedro Sánchez: tras meses de inacción y silencio por parte del supuesto "canal contra el acoso" de Ferraz, ha acudido directamente a la Fiscalía Provincial de Málaga para denunciar por acoso sexual a Antonio Navarro, secretario general del partido en Torremolinos (Málaga), concejal y diputado provincial, tal y como cuentan en El Debate y en El Confidencial.
Tras la denuncia, la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer de Málaga ha abierto diligencias preprocesales contra el líder del PSOE en Torremolinos, Antonio Navarro, por presunto acoso sexual.
Al tratarse de unas diligencias preliminares, se investiga si el hecho puede ser constitutivo de delito y se realizan todas las actuaciones pertinentes para reunir la información y decidir si se interpone una denuncia o si se archiva el caso, han indicado a EFE fuentes judiciales.
El PSOE de Málaga, además, ha solicitado a la Comisión Ejecutiva Federal la suspensión cautelar de militancia del secretario general del PSOE de Torremolinos.
La decisión de la víctima pone de manifiesto el colapso o la inexistencia real del mecanismo antiacoso socialista, cuyo principal objetivo parecía ser dejar las denuncias "durmiendo el sueño de los justos" para evitar cualquier escándalo que salpicase a cargos del partido.
El acoso y la pasividad de Ferraz
La denunciante, que acudió a la sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía, cansada de esperar una respuesta de la Comisión Ejecutiva Federal, aportó un abrumador caudal de pruebas que incluyen mensajes de texto y el relato de tocamientos no consentidos.
Según los mensajes, algunos de 2021 y adelantados por Diario Sur, Navarro se le insinuaba de forma constante y explícita: "No me esquives, que te quiero meter ficha", "Yo sé cómo quitarte el dolor de cabeza", o valoraciones sobre su físico: "Es que estás muy buena" y "¿Ese escote lo has tenido siempre?".
El acoso, que se intensificó con visitas a su domicilio y llamadas telefónicas, llegó a la acción física, según el testimonio de la mujer: "Me tocó el trasero sin mi consentimiento. Le rechacé de inmediato advirtiendo de que informaría a la dirección del partido si insistía".
Tras el rechazo, Navarro inundó el móvil de la víctima con más de cien mensajes en cinco horas, intentando disculparse y a la vez victimizándose, pero días después volvía a la carga con una actitud intimidante y reveladora: "Cuando te enfadas te pones muy guapa" y "iré depilado por si tienes un desliz".
Una herramienta de encubrimiento
La clave de este nuevo escándalo reside en la ineficacia del comité antiacoso del PSOE, creado supuestamente para ser la vanguardia feminista del partido. La víctima en Torremolinos denunció en los órganos de poder de Málaga y, pese a entrevistarla y pedirle más información, el caso quedó paralizado.
Esta parálisis es vista por fuentes internas como la norma, especialmente después de lo ocurrido con las denuncias contra Paco Salazar, exasesor de Pedro Sánchez en Moncloa y exmiembro de la Ejecutiva. En ese caso, se reveló que las denuncias de varias mujeres habían "desaparecido" del canal, limitándose el sistema a un acuse de recibo.
La diferencia en la gestión es "llamativa". En el Caso Navarro (Torremolinos), el trámite en el comité antiacoso, aunque activo, no evitó que el acosador siguiera en su puesto ni se tomaran medidas cautelares, obligando a la víctima a ir al Ministerio Público. En el Caso Salazar (Ferraz), el sistema llegó a borrar las instancias y la investigación se dio por decaída hasta que la presión mediática obligó a la portavoz de la Ejecutiva, Montse Mínguez, a desmentirlo y reactivar las indagaciones.
La denuncia ante Fiscalía, donde la militante explicó que los mensajes le provocaban una presión insoportable e incluso miedo a que llamara al timbre de su casa, ha forzado ahora a la cúpula socialista a "tratar de contener el problema" en un Comité Federal. Mientras tanto, fuentes cercanas al PSOE de Torremolinos apuntan a que otras dos mujeres estarían considerando denunciar a Navarro, quien niega las acusaciones.

