La Armada española está engrasando su maquinaria bélica en el Océano Atlántico, junto a las Islas Canarias. Hasta allí ha desplazado algunos de sus principales buques con el objetivo de elevar el adiestramiento de las tripulaciones y comprobar la eficacia de los sistemas de armas de las unidades participantes, así como hacer examen de los procedimientos, métodos, y tácticas de lanzamiento en vigor de distintas clases de municiones.
En este ejercicio, denominado Sinkex 23, está participando el Buque de Proyección Estratégica (BPE) Juan Carlos I, la fragata F104 Méndez Núñez, la fragata F-86 Canarias, los Buques de Acción Marítima (BAM) P42 Rayo y P43 Relámpago, además del patrullero P72 Centinela y el buque auxiliar A101 Mar Caribe. Además participan los cazas Harrier AV8B, helicópteros SH60F, una aeronave Cessna Citation y un avión de vigilancia marítima del Ejército del Aire.
La munición en prueba son misiles Harpoon (antibuque desde plataforma con un alcance de hasta 315km), misiles Penguin (antibuque desde helicóptero con un alcance de hasta 55km), misiles Maverick (aire-superficie desde cazas con un alcance de hasta 24km según la altitud de disparo), bombas JDAM (está guiada por GPS desde un caza y tiene un alcance de hasta 27km) y bombas MK-82 (lanzadas desde caza).
Los blancos han sido de lo más diversos. El más llamativo ha sido el antiguo buque del Ejército de Tierra A04 Martín Posadillo, con una capacidad de desplazamiento de 2.300 toneladas, que fue vaciado tras ser dado de baja en septiembre de 2020 y que, después que Navantia le haya instalado un transceptor AIS para conocer su ubicación física final, ha ido a dormir un sueño eterno al fondo del Océano Atlántico a base de impactos de misiles y bombas.
Misma suerte han corrido y van correr durante la jornada de mañana dos antiguas lanchas de instrucción de la clase Rodman 66 (antiguas Guardiamarina Rull y Guardiamarina Godínez), así como diversos objetivos habituales en los ejercicios de fuego navales como blancos de superficie teledirigidos, blancos geoestacionarios o blancos de superficie a la deriva (KT o Killer Tomato).
La sesión del ejercicio de este jueves ha contado con la presencia del rey Felipe VI, vistiendo el uniforme de capitán general de la Armada. El Monarca ha estado a bordo tanto del BPE Juan Carlos I como de la fragata F104 Méndez Núñez. Los traslados desde tierra y entre aeronaves los ha hecho pilotando él mismo un helicóptero. Hay que recordar que Su Majestad tiene el título de piloto en los tres ejércitos.
▶️Vídeo de la asistencia del Rey al ejercicio de adiestramiento avanzado #Sinkex23 de la @Armada_esp, un ejercicio de lanzamiento de armas planeado, dirigido y ejecutado por la Flota.
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— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) June 29, 2023
Una vez haya concluido el ejercicio de adiestramiento de la Armada, efectivos militares comprobarán fehacientemente que los buques-blanco han quedado hundidos para que no constituyan peligro para la navegación. De ser necesario, equipos de buceadores colocarían explosivos en sus cascos y provocarían una detonación, para que los buques-blanco se hundieran aún más en el fondo marino.