
La moción de censura aprobada este jueves en el Ayuntamiento de Pamplona contra Cristina Ibarrola, de UPN, marca un antes y un después en la política española. Tras esta moción, Joseba Asiron, de EH Bildu, ha accedido a la Alcaldía con el apoyo de los concejales socialistas, además de Geroa Bai y Contigo-Zurekin.
Entre las numerosas reacciones que se han producido, destaca la de Manuel Domínguez, vicepresidente del Gobierno canario y presidente de los populares en Canarias: "Sánchez ha cruzado una línea roja moral irreversible que ni los electores de su partido ni la gran mayoría de españoles olvidarán".
Ha querido calificar igualmente como una "nueva traición de Sánchez" la "entrega" a Bildu de la Alcaldía de la capital navarra. Para el líder de los populares en el Archipiélago "los votos que ha necesitado para garantizar su investidura pasará una enorme factura a la cordura y a los valores democráticos de nuestro país".
Por otro lado, ha avisado de que Sánchez "está dispuesto a todo, a pagar a cualquier precio los favores recibidos de sus socios, aquellos que no respetan ni creen ni en la Constitución ni en la democracia" y ha lamentado "la pérdida de rumbo escenificada por el PSOE en los últimos meses para satisfacer los intereses personales de su líder".
Igualmente ha querido recordar que desde su partido se seguirá "a disposición de todos los españoles para defender sus derechos, libertades, la concordia, el sentido común y la dignidad". En una posición muy distanciada del PSOE y alejándose "del posicionamiento que ha decidido ocupar los socialistas, el PP seguirá siendo un partido de Estado y constitucional". Algo muy distinto al partido de Pedro Sánchez, que "ha elegido acabar el año brindando con Bildu".
