El Gobierno de Canarias está haciendo lo que puede con lo que tiene. Con cerca de 6.000 menores a su cargo en 80 centros de acogida creados de urgencia en pocos meses por la persistente llegada de cayucos, el archipiélago ha manifestado en repetidas ocasiones que no puede más. Pero incluso rogando ayuda y vaticinando tiempos peores, el Gobierno de Pedro Sánchez se permite seguir posponiendo el reparto de los niños y niñas por el resto de comunidad autónomas, y además, les niega unas buenas condiciones de vida durante su estancia –de momento indefinida– en las islas.
Los centros de menores no solo están a acogiendo el triple de menores que permite su capacidad, sino que para más inri, muchos de ellos no se encuentran en buenas condiciones. Cucarachas, hormigas, cables pelados y suciedad generaliza. Esos son los detalles que revela el informe sobre la insalubridad del centro de menores de la Casa del Mar, en Arrecife (Lanzarote), gestionado por la Fundación SAMU. El propio presidente del Ejecutivo canario, asume la "vergüenza" que esta terrible situación les hace sentir, pero sobre todo, por no poder ofrecer mejoras sin el Gobierno central de su lado, a quienes también "debería llenar de vergüenza".
"Lo que está ocurriendo es porque lo están permitiendo ellos. Esa es la realidad. Nosotros estamos haciendo lo que podemos y no será porque la Fiscalía, porque el gobierno de Canarias, porque las ONG lo hemos advertido y lo hemos dicho, pero al final la situación que tenemos es esta", ha indicado Fernando Clavijo en una entrevista para Televisión Española.
El presidente reconoce que pese a las nefastas condiciones del citado centro, no van a cerrarlo porque las soluciones que tienen a su alcance pasan por dejar a los menores "en la calle", o hacer que duerman "en la plaza bajo carpas". "Esa es la situación que estamos viviendo en Canarias, esa es nuestra desesperación", ha lamentado Clavijo, al tiempo que ha recordado las repetidas negativas del Gobierno para ceder instalaciones militares en desuso para albergar a los menores.
Es por ello, que ha indicado la imperiosidad de modificar la ley de extranjería que permitiría no solo empezar a sacar menores de esos centros, sino también darles un tratamiento mucho más dingo, tanto para los niños y niñas que actualmente residen en las islas, como para los que siguen llegando a diario.
El Gobierno de Canaria lleva más de un año financiado en su totalidad el coste del mantenimiento de estos menores migrantes no acompañados (menas). Este coste asciende actualmente a 156 millones de euros, de los cuales 84 los ha aportado la autonomía, y los 72 restantes dependen del Estado, que a día de hoy, no ha cumplido con los pagos. Y a pesar de ello, siguen alargando la modificación de la ley para derivar los menores hacia la península.
Apoyo de todas las fuerzas políticas, excepto Vox
Durante su intervención, Clavijo ha lamentado que que la conferencia sectorial de Infancia y Juventud que se va a celebrar en Tenerife el 18 de julio para debatir dicha reforma de la ley de extranjería llega "tarde" por lo que no cree que se pueda aprobar antes de que acabe el actual periodo de sesiones del Congreso. El objetivo inicial era que la conferencia se celebrara en los primeros diez días de julio.
"Si en agosto esto no está en vigor, pues desgraciadamente vamos a sufrir una crisis humanitaria mayor de la que tenemos en estos momentos, lo que pasa es que duramente, porque serán menores, niños y niñas los que lo van a sufrir", ha pronosticado. De esta forma, con el calendario actual, el Gobierno canario sigue apostando por el decreto ley porque "entra en vigor inmediatamente" una vez sea aprobado por el Consejo de Ministros.
El presidente canario está "convencido" de que el PP va a apoyar la reforma una vez quede clara la financiación y la participación de las comunidades autónomas, entre otras cosas porque salvo Vox, que pretende "almacenar y tratar a los niños y a las niñas como cosas y convertir a Canarias en la cárcel del sur de Europa", todas las fuerzas políticas de las islas apoyan la reforma legislativa.