Las Islas Canarias han sido el escenario de una dramática crisis migratoria durante los primeros siete meses del año. Los datos disponibles en estos momentos indican que más de 21.600 inmigrantes llegaron a sus costas en patera durante ese periodo. El gobierno canario y los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se vieron obligados a pedir ayuda de forma desesperada al Gobierno central. El flujo de llegadas no se ha frenada desde entonces.
Esta polémica crisis se convirtió en protagonista hace unos días de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo, coincidiendo con la comparecencia en la misma del director de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), el neerlandés Hans Leijtens. A él le preguntaron qué había hecho el cuerpo europeo para apoyar en Canarias.
La respuesta de Leijtens fue contundente. No pudieron colaborar con las autoridades del país porque España no solicitó ayuda, un requisito imprescindible para que Frontex ponga en marcha a sus más de 3.000 efectivos. "Espero que se nos habilite y se nos pida prestar ayuda a España. He visto con mis propios ojos lo que ocurre en Canarias, pero todo empieza por que España pida ayuda a Frontex. Si no, no podemos hacer nada", dijo Leijtens.
Ahora, será el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien tendrá que explicar a los diputados europeos por qué no activó el mecanismo de ayuda. Así se lo van a requerir los grupos parlamentarios europeos –a iniciativa del PP Europeo– en una carta que ya ha sido remitida al Paseo de la Castellana de Madrid, donde se encuentra el despacho del máximo responsable de la seguridad interna de España.
La eurodiputada del PP Dolors Montserrat ha calificado como "lamentable" e "inadmisible" que "el Gobierno de Sánchez no haya solicitado ayuda ante la gravedad de la situación migratoria en la que nos encontramos".