Las autoridades continúan investigando las circunstancias que rodean la muerte de Álvaro Pérez Ortega, un joven de 20 años cuyo cuerpo fue hallado el pasado viernes en una finca de Ciudad Rodrigo, Salamanca. Allí destacó por su relación con el fútbol sala, jugando en equipos locales como el Miróbriga Futsal y el Tres Columnas. Aunque inicialmente se barajó la hipótesis de un accidente, los resultados preliminares de la autopsia han revelado signos que apuntan a la posibilidad de una muerte violenta.
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, confirmó este lunes lo que ya se sospechaba: "Los datos desprendidos de la autopsia del joven indican que hay una serie de marcas que han aparecido en el cuello de la víctima, y no se descarta la violencia en la muerte". Estas declaraciones, recogidas por la Agencia ICAL y difundidas por la Delegación del Gobierno, refuerzan la línea de investigación que sigue la Guardia Civil.
En un acto celebrado en Ponferrada, Sen señaló además que "se está trabajando con todos los medios disponibles para intentar aclarar qué es lo que realmente ha ocurrido y cuáles son las circunstancias". Asimismo, expresó sus condolencias a los familiares de la víctima, trasladándoles "nuestro apoyo en este momento tan difícil".
Desarrollo de la investigación
El cuerpo sin vida de Álvaro fue encontrado en la finca Cantarranas, ubicada en el término municipal de Sanjuanejo, alrededor de las seis de la tarde del viernes. Su desaparición había causado una creciente preocupación entre familiares y amigos, ya que había salido de casa por la mañana y no había regresado. Fue localizado debajo de una alpaca de paja, lo que inicialmente hizo pensar en un posible accidente. Sin embargo, la aparición de signos de violencia ha cambiado el enfoque de la investigación.
Mientras los forenses trabajan en los resultados definitivos de la autopsia, la Guardia Civil sigue investigando para esclarecer los hechos, manteniendo abierta la investigación sin descartar ninguna hipótesis; además, el caso se encuentra bajo secreto de actuaciones decretado por la juez instructora, lo que limita la divulgación de detalles mientras avanzan las pesquisas.