La revista Vanity Fair entregó el premio al Personaje del Año 2012, que en su última edición recayó en Rafael Nadal, uno de los personajes más queridos por los españoles.
Como era de esperar, el tenista no tuvo ningún problema en hablar con todos los que se acercaban a él y no paró en hacerse fotos, haciendo alarde de la magnifica educación que lo caracteriza.
Al preguntarle como estaba de su lesión, comentó: "Me siento muy bien, he pasado un tiempo mal pero ya estoy recuperado". En el momento de recoger el premio, tuvo unas palabras de agradecimiento para toda la gente que ha estado a su lado, y negó de manera rotunda que estuviera pensando en retirarse. "No sé de donde haya podido salir esa burrada" comentó sorprendido.
El Consulado de Italia fue el lugar elegido para la celebración, y allí acudieron numerosas caras conocidas del mundo de la cultura y la sociedad como los ministros Luis de Guindos y José Ignacio Wert.
Alfonso Díez también acudió pero en esta ocasión asistió sin su inseparable esposa, la duquesa de Alba, que estaba previsto que fuese la encargada de hacerle entrega del premio por la gran admiración que le tiene al tenista, pero no fue posible al no querer aparecer en publico y ni mucho menos ante la prensa justo el día anterior al juicio que enfrenta a su hija Eugenia con su exmarido, Francisco Rivera, por la custodia de Tana, la hija de ambos.
Al preguntarle por la reciente compra de su casa en Sanlúcar de Barrameda, quiso dejar claro que era una idea que tenía en mente desde hacia mucho tiempo, y que sus medidas no eran lo que se había comentado: "Mide 110 metros, y he pedido una hipoteca para poder pagarla" aclaró.
Coincidió con Genoveva Casanova, con la que estuvo durante un tiempo conversando. Genoveva, al preguntarle por su verano, comentó que había pasado unos días "en Sotogrande con los niños, en plan tranquilo".
Una cena estupenda y una noche con un protagonista del que muchos podrían aprender... Enhorabuena, campeón.

