Elia Rodriguez entrevistó en Es la mañana del fin de semana a Mayte Carrasco, corresponsal de guerra en Georgia, Mali, que habló de su libro La Kamikaze, en el que relata los peligros y pormenores de ese trabajo en la guerra afgana, y también de sus artículos y su trayectoria como periodista en diversos conflictos. Carrasco comentó que este "era el periodismo que quería hacer: viajar y conocer gente, conocer otras culturas y explicar a la gente la verdad". “El periodismo de guerra es necesario como todo el periodismo”, dijo en los micrófonos de esRadio.
Un oficio, el de periodista, que ha perdido mucha reputación en los últimos años: “La gente no nos valora como antes, hemos perdido un poco la credibilidad que teníamos en parte poco culpa nuestra”. En su radiografía de su trabajo, Carrasco aseguró también que “hay mucho intrusismo, como el periodismo ciudadano, que para mi no existe. Cuando vamos al médico no pedimos un médico ciudadano”, aseguró tajante. La irrupción de internet, opinó también en Es la mañana del fin de semana, también ha traído desventajas, ya que “el periodismo se ha adaptado a internet y no al revés”, y “la gente tiene que aprender todavía a discernir quién está escribiendo en Twitter”. Por no hablar de los casos en los que el oficio está “definido por los partidos políticos”, algo muy común en España.
Reportera de guerra
En lo relativo a su trayectoria como reportera de guerra, Mayte Carrasco contó a Elia Rodríguez que “las guerras han cambiado muchísimo desde la guerra de Georgia, la primera a la que fui”. Según dijo, allí había dos ejércitos, Rusia y Georgia, eran dos frentes”, algo que ahora, con los frentes abiertos en Libia o Siria, “ha cambiado”. “Hay múltiples actores, en Afganistán o Mali. Son guerras asimétricas, es muy complicado explicar que no solo están Al Qaeda o los talibán, y eso no se puede explicar en un minuto”.
Carrasco se detuvo también en consideraciones concretas. En Mali, por ejemplo, explicó si está justificado o no “que el gobierno francés haya hecho una intervención”, y es que “desde aquí lo vemos desde muy lejos”. Según denunció, “la población civil ha vivido durante más de diez meses bajo una sharia brutal, medieval, en la que castigaban por saludar a una mujer por la calle, y lo peor es que ha habido violaciones en grupo de mujeres” por parte de los rebeldes. “Francia -explicó en esRadio- ha llevado esa operación contra Al Qaeda, la principal amenaza terrorista para España”. Por eso, no hay que olvidar que hay que “mirar para delante y darnos cuenta de que se iba a crear un santuario terrorista a las puertas de Europa”.
Otro caso es el de la guerra de Irak, que “ha tenido muchas consecuencias” como para tenerla en la misma consideración, o las recientes revoluciones en países árabes. “Lo vemos como un yihadismo, y hay una parte radical que quiere imponer un estado religioso mas allá de los ideales de la revolución, pero la mayoría con los que hablé lucha para liberar a sus familias”. En opinión de Carrasco, hay una “nueva generación que se juega la vida porque no es muy distinta de la nuestra”.
Además, las “guerras son incomprensibles todas, pero cada país tiene sus circunstancias. Siria no tiene nada que ver con Túnez, con Egipto”. En el caso de Siria, por ejemplo, “nadie quiere dar pasos, porque se tiene miedo de lo que pueda venir después por el apoyo de Irán, que busca la bomba nuclear, a Siria. Es un problema enorme que va a enquistar”.
Al final, Carrasco se queda con lo que une todos los países, que en distinta medida “necesitan un cambio global que recupere las libertades, que estamos perdiendo”. En realidad, opinó, “tenemos mucho en común con el mundo árabe porque “luchamos por un mundo mejor que no vamos a ver en los próximos años”.