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¿Cuáles son las alternativas al retinol para los signos de la edad?

Cuidarse la piel para no tener manchas y arrugas es esencial. El retinol está de moda pero, ¿Hay mejores alternativas? ¿Tiene algunos inconvenientes?

Cuidarse la piel para no tener manchas y arrugas es esencial. El retinol está de moda pero, ¿Hay mejores alternativas? ¿Tiene algunos inconvenientes?
crema facial, cuidado de la piel, la cara de la belleza de la piel | Pixabay/CC/timokefoto

Cuidarse la piel para que no salgan manchas o arrugas de expresión o de la edad es algo que hacen muchas mujeres y cada vez más hombres. Existen, por este motivo, numerosas cremas y tratamientos anti-arrugas pero el que brilla con luz propia es el retinol, de hecho, es uno de los ingredientes anti-arrugas de moda. Pero, además de estar de moda cuenta con múltiples beneficios que van desde disimular las manchas oscuras, estimular la producción de colágeno alisando las arrugas o primeras líneas de expresión así como conseguir que se tenga una piel más tersa y suave. No obstante, hay que saber que no todas las pieles toleran igual este cosmético ya que, en ocasiones, puede provocar irritación leve, picores, sequedad o incluso en algunos casos, sensibilidad. El hecho de que pueda resultar irritante para algunos tipos de piel puede ser el principal motivo por el que cada vez aparecen más alternativas naturales al retinol y que prometen suavizar las líneas de expresión y mejorar tanto el tono como la textura de la piel.

¿Qué es el retinol?

El retinol es la vitamina A, un precursor del ácido retinoico, molécula que, a través de ciertos mecanismos complejos que ocurren en el núcleo de las células, puede modificar el funcionamiento y el crecimiento de las células de la piel. Por ejemplo, los retinoides reducen la formación de las MMP, unas enzimas de la dermis que al activarse dañan el colágeno de la dermis. Además, también reduce la pigmentación en la piel debido, en parte, a su potencial antioxidante y regenera el colágeno. No obstante, no es un activo para todo el mundo, ya que puede irritar la piel, sobre todo si se trata de una piel sensible. Por tanto, los cosméticos, en vez de ácido retinoico, utilizan retinol, que se convierte en retinoico cuando se funde con la piel y, según los expertos, es igual de eficaz.

Eficacia comprobada

El retinol, el retinal y el retinoico son diferentes formas de vitamina A que integran la piel de manera natural y ayudan a mantener su función de barrera. Pero no son exactamente lo mismo, de hecho, debido a su bajo peso molecular, el primero penetra a capas profundas de la piel después de su administración por vía tópica, lo que aumenta su eficacia frente a la de otros ingredientes en la lucha contra el envejecimiento cutáneo. Tanto es así que el retinol actúa sobre distintos procesos químicos de la piel, retrasando e incluso revirtiendo los efectos del envejecimiento y el fotoenvejecimiento. El motivo es que, en primer lugar, estimula la síntesis de colágeno y elastina, proteínas que proporcionan sostén y que son fundamentales para el mantenimiento de la forma del rostro y la elasticidad de la piel, que se deterioran con el paso del tiempo.

El retinol también tiene un efecto sobre las manchas producidas por el sol, actuando sobre los cúmulos de melanina. Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a luchar contra los efectos de los radicales libres de origen endógeno y, sobre todo, exógeno, como la polución, radiaciones, sustancias químicas, etc. Y, por último, participa en la regulación de la secreción sebácea y la queratinización de la epidermis. Por todo ello, incorporar el retinol a la rutina de belleza conlleva la reducción de las arrugas finas, así como la unificación de la textura y el tono de la piel, la regulación de la secreción sebácea y una mejoría en el aspecto general. Todo esto contribuye a que el cutis presente un aspecto luminoso y juvenil.

¿Puede usar retinol una piel sensible?

Sí y no ya que una piel sensible es una piel un poquitín más complicada ya que es más frágil y se tiende a irritar con facilidad. Generalmente una piel sensible experimenta sensaciones de cosquilleo, calor o quemazón, hormigueo y picor. Así pues, estas sensaciones de incomodidad a veces también van acompañadas de enrojecimientos y se manifiestan de forma exagerada como reacción a estímulos de naturaleza diversa que, normalmente, no deberían causar irritación. Dichos factores pueden ser físicos como la radiación UV, variaciones de temperatura, viento o el propio hecho de frotarse la piel; o psicológicos como el estrés, o incluso químicos como ciertos productos cosméticos, jabones… Por tanto, requiere cuidados especiales y el retinol es muy probable que irrite la piel. No obstante, es cuestión de probar, con calma, concentraciones bajas, siempre de noche y alternando los días.

Efectos adversos del retinol en la piel

Al igual que otros tratamientos de belleza, este compuesto no está libre de producir reacciones adversas. De hecho, la aplicación de retinoides en la piel causa a menudo una irritación local que se manifiesta con eritema y descamación del estrato córneo, debido al aumento de la sequedad. Las zonas más sensibles, como el entorno de la boca y los ojos, son más propensas a sufrir esta dermatitis irritante, que puede llegar a ser dolorosa. No obstante, esto no ocurre de manera habitual y hay que saber que no suele producir reacciones alérgicas ni sensibilización de la piel. Hay que tener en cuenta que los efectos adversos también están relacionados con la cantidad de retinol aplicado. Por eso es recomendable acostumbrar a la piel, exponiéndola a esta sustancia de manera paulatina, es decir, comenzar administrando la concentración más baja e ir subiéndola poco a poco. O retirar el producto tras una o dos horas en las primeras aplicaciones y alargar progresivamente el tiempo de exposición. Además, no es aconsejable iniciar una rutina con retinol durante la época estival.

Pero además, se recomienda especial precaución en personas con piel sensible o en momentos especiales de la vida como el embarazo y la lactancia, cuando la piel está sensibilizada. Adicionalmente, se ha observado que el retinol y otros derivados retinoicos son teratogénicos, es decir, que producen malformaciones en el embrión o el feto a elevadas concentraciones.

Alternativas al retinol para la piel

  • Bakuchiol. Extraído de las semillas y las hojas de la planta de Psoralea corylifolia, el bakuchiol ha demostrado tener propiedades similares al retinol, estimulando la renovación celular y la producción de colágeno, pero sin irritar la piel. Esto lo hace ideal para aquellos con piel sensible o para quienes buscan productos de origen vegetal. De hecho, actualmente es la alternativa más recomendable al retinol y entre sus múltiples beneficios destaca su alto poder antioxidante y su acción estimulante de la síntesis de colágeno que ayuda a mejorar la firmeza y la elasticidad de la piel. Además, su acción correctora, previene y corrige arrugas, así como unifica el tono y aporta luminosidad al rostro.
  • Péptidos. Estos pequeños fragmentos de proteínas ayudan a estimular la producción de colágeno y elastina, fortaleciendo la estructura de la piel. Hay que destacar que los péptidos se encuentran en muchos productos antiedad y pueden ser una excelente opción para mejorar la firmeza y reducir las líneas de expresión, proporcionando resultados significativos con uso regular.
  • Alfa-hidroxiácidos (AHA) y beta-hidroxiácidos (BHA). Los AHA, como el ácido glicólico y el ácido láctico, ayudan a exfoliar la piel, eliminando las células muertas y promoviendo un tono de piel más uniforme y una textura más suave. Los BHA, como el ácido salicílico, son particularmente buenos para quienes tienen piel grasa o propensa al acné, ya que penetran profundamente en los poros para limpiarlos.
  • Ácido azelaico. Es otro de los ingredientes habituales de las pieles grasas o con tendencia al acné en las que los poros tienden a obstruirse e infectarse. El ácido azelaico es un tipo de ácido dicarboxílico que actúa desincrustando la suciedad y regulando la segregación de grasa. Gracias a sus propiedades antibacterianas, previene la obstrucción de los poros y su infección y también ayuda a atenuar la intensidad de las marchas y unificar el tono de la piel.
  • Antioxidantes, como la vitamina C, el té verde y el resveratrol. Estos compuestos ayudan a combatir los radicales libres, protegen contra el daño ambiental y pueden mejorar la luminosidad y la textura de la piel.
  • Resveratrol. El resveratrol tiene propiedades antibacterianas con las que reduce la producción de sebo, así como el resto de los síntomas del acné. También aumenta la producción de colágeno, regenerando la piel y dismunuyendo irritaciones y manchas en ella. También contribuye a impedir la oxidación de las células, que ocasionan el envejecimiento y además, protege al organismo contra los radicales libres.
  • Aceite de rosa mosqueta. Es uno de los aceites naturales más populares y utilizados, especialmente por su poder hidratante y regenerativo, lo que lo convierte en un producto ideal para la eliminación de cicatrices y el tratamiento de las estrías. También es una alternativa perfecta para la prevención de las arrugas prematuras o el tratamiento de surcos y marcas que han aparecido en la piel por la edad. Este aceite contiene ácido transretinoico, una forma natural de vitamina A y al contar con activos cosméticos más suaves y naturales es menos propenso que el retinol a las irritaciones de la piel. También se caracteriza por su alta proporción de ácidos grasos como Omega 3 y Omega 6, además de ofrecer una larga serie de antioxidantes naturales para la piel.
  • Niacinamida. Es un precursor de una serie de cofactores que participan en muchas reacciones enzimáticas de la piel, por eso influye de forma positiva en tantos procesos de la piel y es beneficiosa. Además, la niacinamida es uno de los mayores antioxidantes, ya que protege la piel del estrés oxidativo y de aquellos rostros que están más expuestos a factores externos que puedan dañar la barrera cutánea, ya sea la polución, el sol, el tabaco, etc. También reduce el acné, posee propiedades antiinflamatorias y seborreguladoras que calman rojeces y disminuye las marcas del acné. Por tanto, es un activo que mejora la textura de la piel y el aspecto de los poros de forma visible. Además, mejora la función barrera protectora de la piel y aumenta la producción de los lípidos en epidermis (como las ceramidas) o las proteínas (como la queratina y filagrina). También fomenta la producción de colágeno y elastina, por lo que mejora el aspecto de arrugas, ojeras y líneas de expresión en un periodo aproximado de 8 a 12 semanas. Y, por último también ayuda a mejorar el tono de la piel, ya que funciona como despigmentante y gracias a su función antiglicante, evita que la piel tome un color amarillento.
  • Bidens pilosa. Originaria de Sudamérica, la bidens pilosa es una planta silvestre que las comunidades indígenas llevan utilizando durante siglos. Su gran poder reside en la capacidad de ofrecer cualidades similares a las del retinol, pero sin efectos secundarios adversos como la sensibilidad y la irritación. Dado su enorme parecido al retinol, la bidens pilosa estimula los procesos naturales de la piel, como la renovación celular y la producción de colágeno, al tiempo que es respetuosa con la mayoría de pieles. De hecho, la bidens pilosa ayuda a suaviza las líneas de expresión, mejora la textura y el tono de la piel, devuelve la luminosidad a las pieles apagadas, mantiene a raya las arrugas, difumina la hiperpigmentación y difumina las marcas de acné. Lo más importante es que, por su naturaleza delicada, la bidens pilosa se puede usar a diario, tanto de día como de noche, sin que aparezca la sensibilidad asociada al retinol. Por otro lado, incluso las mujeres embarazadas o lactantes pueden usar la bidens pilosa para que su piel recupere la luminosidad.

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