La Familia Real británica está a punto de anunciar otra boda por todo lo alto. Pero será una que ya ha tenido lugar. Según una información de The Telegraph, se trataría de la de los duques de York, el Príncipe Andrés y Sarah Ferguson, que pese a su separación están pensando en renovar sus votos.
Andrés y Sarah Ferguson contrajeron matrimonio en julio de 1986, y de su unión nacieron las princesas Beatriz y Eugenia de York. No obstante, su separación posterior -apenas cinco años y medio después del enlace- supuso uno de los primeros grandes escándalos de la Casa Real británica.
La amistad que quedó tras la separación nunca desapareció, y ahora ha cristalizado en una nueva etapa para la relación. La prensa británica ya da por hecho de que están juntos y que sólo queda por hacer oficial este regreso. Se habla incluso de boda, 17 años después de la primera.
El reencuentro ha venido después de una etapa separados, pero en la que los duques han mantenido una relación cercana y amistosa en todo momento. Según Ferguson, el divorcio tuvo lugar por cuestiones prácticas, ya que "en nuestras vidas no existían otras personas" y para que no se "comercializara con mi posición como miembro de la Familia Real".
La prueba definitiva de esta nueva etapa es la estancia de ella en Balmoral, la residencia de verano de la Reina Isabel, junto a sus hijas y su ex. Precisamente, la Casa Real británica podría apuntarse un nuevo tanto con el regreso de la pareja bajo un mismo techo. Al estar el príncipe Carlos y la Princesa Ana divorciados, que el príncipe Andrés retomara su relación con Ferguson lo emparentaría con el duque de Wessex, el único que permanece casado con su primera esposa.