Kiko Rivera y Sofía Cristo se confesaron en una nueva entrega de En casa con Kiko, el espacio de entrevistas del hijo de Isabel Pantoja en Twitch. Ambos son buenos amigos y por eso se abrieron sobre sus adicciones, que ambos reconocieron con una sinceridad pocas veces vista en televisión.
Sofía Cristo conoce bien las dificultades derivadas de las drogas, tratar de dejarlas (lo hizo hace ocho años) y la posibilidad constante de volver a recaer. "Si mueres, ¿qué le dirá Irene a las niñas?", dijo la hija de Bárbara Rey para disuadir a Kiko, que reconoció haber tenido recaídas.
Sofía le había preguntado a su amigo si alguna vez se le había pasado por la cabeza volver a consumir. "Muchas veces", dijo él, que explicó que cuando eso ocurre "llamo a mi mujer o, cuando ella no está, a mis tres mejores amigos". Kiko relató también en su entrevista algunas de los episodios relacionados con su consumo de drogas: "Me he pegado cuatro días de fiesta, imagínate cómo estás... no comes, no duermes, solo consumes y bebes".
La joven convenció a su amigo para que buscase definitivamente ayuda y acuda a terapia en un centro de adicciones de Sevilla a partir de marzo, y que ella estaría con él todo el tiempo "sin dejarle respirar". Él no pudo más que darle la razón: "Me voy a poner a tope con eso. Yo no estoy mal, pero no vivo tranquilo. Vivo en una incertidumbre de la hostia y tengo que entretenerme yendo al estudio, con mis directos, mi mujer, mis hijos…".
Aunque anteriormente se había informado de que Kiko Rivera ya iba a terapia por este tema, sus palabras desmintieron esa posibilidad. Mientras tanto, el drama derivado de La herencia envenenada de Cantora sigue adelante, con la relación entre Isabel Pantoja y su hijo rota en pedazos y sin posibilidad de arreglo.