
Edmundo Arrocet asistió a la segunda edición de los Oscar del Humor para recoger su galardón, y no tuvo ningún problema en hablar de las relaciones que mantuvo con Teresa Campos y de la más fugaz con Bárbara Rey. Durante la conversación que mantuvimos reconoció que la quiere mucho, aunque reconoce que le ha dolido todo lo que se ha dicho de él, tanto por parte de la presentadora como de sus hijas. No tiene ninguna intención de pedirle perdón por nada. " No he hecho nada de lo que dicen que he hecho, como que la dejé por WhatsApp. No sé sí algún día hablaremos, el sentimiento es muy grande. He estado dos años fuera y con todo lo que se ha hablado de mí, he quedado como el más malo del planeta, y que me aprovechaba, y es todo lo contrario". Así de explicó.
Al preguntarle si se arrepiente de haber mantenido esa relación por todo lo que vino después, su respuesta fue muy clara. " No. Durante seis años lo pasé muy bien con ella, y fui muy feliz. Ese tiempo no lo quiero olvidar. Me alegra mucho que le hayan dado un premio por su trayectoria profesional porque se lo merece, y será fantástico que le dieran un trabajo, ha hecho unas entrevistas muy buenas y ha hecho famosa a mucha gente. Hace 4 años que no estoy con ella, y no sé como se encuentra ahora". Edmundo, por tanto, no contempla un acercamiento por el momento: "Me deberían llamar a mí por el daño que me han hecho, todo lo que han mentido sobre mí. Es normal es que los hijos defiendan a sus padres, pero en la vida hay que ser justos. Me han puesto como el malo de la película. No he sufrido mucho porque intento no saber nada, además no puse tierra de por medio, tuve que irme por temas de trabajo a Chile y a Argentina" . Así de claro lo quiso dejar.
El acto de entrega de los galardones corrió a cargo de Josema Yuste y Alexia Rivas. Aparte de Bigote asistieron a recoger su Oscar Emma Ozores, El Monaguillo, Marta García de Vega, José Carabias, Anastasia Bengoechea, Agustín Jiménez y Santiago Urrialde. También acudió Andrés Pajares, aunque su compañero y amigo Fernando Esteso no pudo por problemas de salud. El premio póstumo recayó en Quique San Francisco.
Después de la entrega de premios hubo una subasta en la que los galardonados donaron alguna pertenencia, y por la que más se pujó fue la bufanda que llevaba Arrocet, que fue bendecida por El Papa, que alcanzó 1.000 euros. Los pagó Alexandre , el propietario del Bingo de Las Vegas donde se celebró el acto.
