Jeanette, la intérprete de conocidísimas baladas ("Cállate, niña", "Soy rebelde", "Porque te vas") se ha quedado viuda. El pasado 5 de agosto murió su marido, con quien llevaba casada medio siglo, padres de una niña, Blythe. El duro trance que hubo de soportar por la desaparición del hombre que tanto quería, fundamental en su carrera, no le impidió cumplir su contrato para actuar por esos mismos días del óbito en el Festival Sonorama. Luego, ha seguido asimismo actuando en otros lugares, haciendo "de tripas, corazón", con la fortaleza que siempre ha llevado pese a su aparente fragilidad, acaso por esa voz dulce, acariciadora, sus señas de identidad musical desde que muy jovencita comenzó a cantar.
Jeanette Anne Dimech acaba de cumplir setenta y un años el 10 de octubre. Vino al mundo en Londres, adonde sus padres se habían instalado por razones profesionales, manteniendo un negocio de venta de frutas. El progenitor era natural del antiguo Congo Belga, hoy República del Zaire, casado con una descendiente de familia tinerfeña, ambos con pasaporte británico. Jeanette contaba sólo dos años cuando fue llevada con ellos a Estados Unidos, establecida primero en Chicago y luego en Los Ángeles. El divorcio del matrimonio determinó que la madre se quedara con sus tres hijos, y se radicara en Barcelona, a partir de 1964. Allí es donde la adolescente Jeanette se relacionó con unos chicos de su edad, que formaron el grupo Pic-Nic donde ella, como solista, se dio a conocer interpretando "Cállate, niña". Un conjunto pop del que formaban parte Toti Soler y Jordi Sabatés, dos guitarristas que iniciarían una brillante carrera luego por su cuenta.
Como "Cállate, niña" fue número 1 en las listas de mediada la década de los 60, Jeanette comenzó a ser una voz muy seguida a través de sus grabaciones discográficas. Sonaba a dulzura mezclada con ingenuidad. Acabó sus estudios superiores y un día, en casa del futbolista del Barça Csíbor conoció a un refugiado húngaro como éste, con pasaporte austríaco, de nombre Laszlo Kristof. Amor a primera vista con boda celebrada una jornada otoñal de 1970 en Austria, contando la novia poco más de diecisiete años, donde les nació su hija ya antes mencionada.
Laszlo se convirtió desde el primer momento en su mejor consejero musical, y en su representante. Una persona encantadora, de trato afable y tranquilo. Los conocí y viajé con ellos durante una semana por tierras alemanas y austríacas, donde Jeanette promocionó, después de "Soy rebelde", su auténtico éxito europeo, "Porque te vas", que le había compuesto José Luís Perales, en principio canción de moderada acogida hasta que Carlos Saura la incluyó en la banda sonora de su película "Cría cuervos".
Además del cantautor conquense citado, Manuel Alejandro creó para Jeanette otras baladas que cimentaron aún más la notoriedad de Jeanette, caso de las contenidas en el álbum "Corazón de poeta", incluyendo una pieza, "Viva el pasodoble", que no dejaba de ser una sorpresa al tratarse de alguien que, como ella, no había destacado precisamente con un repertorio folclórico andaluz. Rocío Jurado popularizó luego más ese número.
Salvo algunas etapas de descanso en su duradera carrera musical, Jeanette no dejó de actuar en España, y distintas capitales europeas, estadounidenses e hispanoamericanas desde la década de los 80 del pasado siglo. En adelante, cuando la crisis del mundo del espectáculo reducía las posibilidades de contratos para los artistas de la canción, se unieron varios de ellos, a través de las agrupaciones "Mágicos 60" y "Míticos 70", donde Jeanette y sus compañeros recreaban temas nostálgicos. Y ya, a partir del nuevo siglo, realizó dúos con Raphael, Coque Malla, colaborando también en un disco de Enrique Bunbury. Y así, hasta el presente pues ella, ya septuagenaria, ha seguido en activo.