
Shakira y Gerard Piqué se reúnen este 7 de noviembre en un nuevo intento de acercar posturas respecto a la custodia de sus hijos y otros aspectos de su separación.
Una reunión que viene después de otras infructuosas, en alguna de las cuales el exfutbolista -que este mismo fin de semana anunció su adiós- abandonó con gesto airado pese a la presencia de periodistas. Shakira y Piqué se reúnen para tratar de alcanzar un pacto antes de comer y podría tratarse del último encuentro de ambos.
Precisamente la inesperada retirada del futbolista podría beneficiarle de cara a lograr que sus hijos se queden en Barcelona, puesto que ahora tiene disponibilidad 'total' para dedicarse a ellos. Todo parece indicar que finalmente sus hijos se quedarán en Barcelona pese al deseo de Shakira de mudarse a Miami.
Hasta ahora había sido la colombiana la que había llevado la iniciativa en este punto, y hoy mismo pudo ser vista recogiendo a los niños en sus actividades extraescolares. Las cosas, sin embargo, parecen haberse puesto de cara para Piqué.
Shakira apareció junto a su hermano Tonino y con una actitud ciertamente distinta a la de Piqué, que hoy apareció con el gesto mucho más serio en público pese a haber sido él el causante de la ruptura con su romance con la joven estudiante Clara Chía.
El sábado el blaugrana disputó su último partido en el Camp Nos y, pese a la gran ovación y su emotivo discurso -acompañado, precisamente, de sus hijos Milán y Sasha-, no parece estar atravesando sus días más gratos.
Piqué parece ciertamente preocupado por una reunión que, tal y como desveló el programa Socialité, tiene lugar en torno a las 13.00 horas en la casa familiar en la que reside la colombiana con el objetivo claro de firmar de una vez por todas el convenio de separación junto a sus abogados.
Horas antes de su reencuentro con la cantante de 'Monotonía', Gerard ha abandonado su domicilio en coche y, a pesar de no hacer declaraciones sobre su reunión 'definitiva' para llegar a un acuerdo de separación, su rostro reflejaba la tensión y la preocupación propias de una ruptura difícil.


