
El 2022 ha sido un año convulso para Sonsoles Ónega, que en el terreno laboral disfruta de su nuevo programa en Antena 3 tras abandonar por sorpresa Telecinco consiguiendo asentarse en las tardes de la cadena y disputando la audiencia a Sálvame. Sin embargo, en el plano personal corren tiempos difíciles, ya que según la revista Lecturas, la presentadora de Y ahora Sonsoles ha roto su relación con el arquitecto César Vidal tras poco más de un año de relación.
El noviazgo se conoció en 2021 durante la ceremonia de entrega del premio Bombín de San Isidro. Vestida con un pantalón negro y un favorecedor top blanco, no perdió su habitual sonrisa y confirmó el noviazgo ante la prensa. "De momento estoy feliz de la vida", dijo, y confesó con timidez que no tenían intención de dar un paso más en su relación.
A pesar de todo, tal y como se ha podido ver en las redes sociales, la periodista disfrutó de la compañía de sus nuevos compañeros de trabajo en una fiesta celebrada en un conocido restaurante de la Gran Vía madrileña. Las imágenes dejan claro el buen ambiente que se respira entre los compañeros y la ‘jefa’ dio cuenta de ello. "Orgullo de equipo", escribió en su Instagram.
La periodista se separó del abogado Carlos Pardo tras 11 años de matrimonio, y aunque no buscaba una historia de amor, tampoco se cerró en banda: "Si quiere entrar, aquí lo estoy esperando". Vidal, un arquitecto de 55 años propietario de la empresa VA Arquitectos, llegó a su vida en las navidades de 2020, cuando les presentaron unos amigos en común. Cuando se conoció su noviazgo, Sonsoles se mostró "a gusto, contenta y feliz" ya que había encontrado a un hombre ideal para ella. La pareja comparte gustos culturales e intelectuales, según reveló la periodista, y juntos derrochaban mucha complicidad.
Sonsoles y su exmarido tienen dos hijos en común, Yago y Gonzalo, y Vidal mantenía una excelente relación con ellos. Antes de conocerse su separación, Sonsoles hizo una reflexión sobre su matrimonio: "Tratamos de que todo fluya, es difícil, porque las parejas también se resienten, claro. Eso es así y quien diga que no, miente".



