
La presión de los medios habría hecho ceder a Tamara Falcó, evidentemente cansada tras desvelarse su relación con Hugo Arévalo y los últimos acontecimientos relacionados con su ex, Íñigo Onieva, con ese violento mensaje repleto de amenazas hacia el que hasta ese momento era amigo de todos ellos.
A Tamara Falcó le ha pasado factura el lío mediático y eso incluso habría repercutido en la posible historia con el empresario, que estaba camino de consolidarse más allá de una amistad pero que habría caído en un momento de pausa a la espera de que pase la tormenta.
La decisión inmediata habría sido pasar las Navidades por separado. Pese a que se dijo que ambos, Hugo y Tamara, se disponían a huir a un lugar paradisiaco en Nochebuena y Navidad, la pareja decidió no verse y pasar estos días por separado.
Así lo aseguró Beatriz Cortázar en El Programa de Ana Rosa: "Tamara se ha refugiado mucho en su familia, ha petado otra vez, está mal porque esto es algo que podía germinar pero que con este interés mediático mucho van a tener que aguantar".
A la marquesa le afectó también las imágenes de Hugo besándose con otra mujer, fotografías que sin duda la hicieron recordar el engaño de Íñigo Onieva. Hasta el punto que Tamara habría incluso buscado ayuda psicológica, según desveló Aurelio Manzano en el programa Fiesta.
Tamara, como era de esperar, optó por su familia, el mejor refugio en momentos complicados como estos. La marquesa de Griñón pasó el 24 y a cena en casa de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa junto a su hermana Ana Boyer, Fernando Verdasco y sus sobrinos Miguel y Mateo.
El día siguiente, el 25, Tamara Falcó optó por el domicilio de su familia paterna con su hermano Manolo Falcó y su cuñada Amparo Corsini. Silencio absoluto en todo momento sobre su relación con Hugo Arévalo.
Tamara llegó muy elegante con un vestido negro de flores rojas, abrigo, botines y bolso de Chanel negro, con bolsas de Pedro del Hierro que posiblemente contengan regalos. Fue recibida por el marqués de Castel-Moncayo a una cita familiar a la que también acudió Xandra Falcó y la primera esposa del marqués de Griñón, Jeannine Girod, madre de Manolo y Xandra.


