
Cayetano Martínez de Irujo inauguró la nueva temporada de Viajando con Chester, el programa de entrevistas de Risto Mejide. Un programa en el que trató de nuevo su frustración familiar y otros asuntos relacionados con la Casa de Alba, además de clarificar su situación empresarial y laboral.
Cayetano vivió marcado por la muerte de su padre y la ausencia de su madre. Hasta el punto, confesó, de haber sufrido maltrato por algunas de las niñeras encargadas de sus cuidados. Un asunto que provocó miedo y carencia afectiva, además de una incapacidad para tener relaciones reales con mujeres hasta hace poco tiempo.
Solo cuando Cayetano consultó a un experto estadounidense supo la verdad de sus traumas. Una niñera austriaca que le pegaba con una vara de bambú provocó episodios tan duros en su vida infantil que, de adulto, todavía le pasaba factura sin saberlo. Esta niñera -dijo- les daba "palizas físicas" de las que su "madre no se enteraba porque no nos atrevíamos a decírselo. En última instancia, estos episodios provocaron que tuviera "confundido el amor, el sexo y el cariño", lo que provocó su incapacidad afectiva.
Estos problemas con el otro sexo, combinados con la poca atención de la duquesa, provocaron que Cayetano no pudiera tener una relación real hasta Bárbara Mirjan, su actual pareja, 33 años menor. Afortunadamente sí pudo dispensar todos los cuidados debidos a sus propios hijos luis y Amina, que tuvo con Genoveva Casanova. "Ellos -dijo- han salido bien". A ambas mujeres las considera dos de las personas más importantes de su vida.
Sobre Bárbara, a la que conoció cuando ella tenía 18 años, "no daban dos duros por nosotros, pero esto se va consolidando. En cuanto a tener hijos con ella, no lo sé pero yo estoy abierto a todo. Ella se merece todo y si todo sigue en la dirección que va".
También habló de por qué decidió acabar con una de sus relaciones más secretas pero, a la vez, más mediáticas. Algo que contó en su libro De Cayetana a Cayetano. "A ella no le gustó mucho que lo contara en el libro, porque no se sabía, fue todo oculto y secreto. La infanta Elena es una grandísima persona, la tenía muy cerca en el ambiente hípico y en tres meses me di cuenta que yo no estaba luchando para salir de una celda educacional tan fuerte como la mía para meterme en una mucho mayor".


