Ana de Armas se enfrenta este domingo a una de las citas más importantes de su carrera como actriz. La hispano-cubana está nominada al premio Oscar a ‘Mejor actriz’ por el papel de Marilyn Monroe en Blonde (Netflix), su trabajo más brillante hasta la fecha. La película recibió críticas dispares, tirando a desfavorables, pero es indudable que Ana de Armas merece reconocimiento.
Nominaciones no han faltado. Además del ansiado Oscar, ha sido nominada a los premios más importantes de la industria cinematográfica: el Globo de Oro, el BAFTA, el Critics Choice o el Premio del Sindicato de Actores (SAG), galardones que se han repartido Michelle Yeoh (Todo a la vez en todas partes) y Cate Blanchett (Tár). La clamorosa ovación de 14 minutos que recibió en el Festival de Venecia ya fue para ella un premio por el desafío que supuso trabajar durante más de un año en la dicción que exigía el papel, aunque la férrea critica de la industria ha decidido pasarlo por alto.
Llegados a este punto, el panorama se torna complicado para la actriz. ¿Tiene posibilidades reales de ganar la estatuilla dorada? Andrés Arconada, director del programa esCine (esRadio), ya opinó sobre la probabilidad de que Ana de Armas sea premiada. "Va a ser problemático porque los académicos son muy pazguatos y las secuencias de sexo no les gustan, con lo cual es bastante complicado", explica.
El crítico de cine recordó las burlas que ha recibido Ana por su acento cubano para interpretar a un icono del cine estadounidense. "El trabajo de la voz, ese susurro y tono agudo con los que hablaba Marilyn, está totalmente trabajado. Tenía un coach específico para cada palabra pero el sector purista de la Academia no puede entender que una actriz hispano-cubana haya sido la elegida para interpretar al icono del cine que es Marilyn. Eso no se lo van a perdonar", asegura.
El subdirector de esCine, Sergio Pérez, califica de "curioso" el caso de Ana de Armas porque "sus opciones están al 50%". "Partimos del hecho de que Cate Blanchett ha arrasado por su papel de directora de orquesta en Tár y por tanto, parece un premio cantado. Pero si nos centramos en el caso de Ana, está muy en la línea de la "nueva" Academia de Hollywood", opina.
Tras los años de las protestas bajo el lema #OscarsSoWhite [los Oscars son muy blancos], la Academia de Cine de Hollywood reaccionó ampliando el número de académicos y diversificando el perfil. "De esta forma ingresaron otros profesionales como el productor Enrique López Lavigne, la directora Icíar Bollaín e incluso la propia Ana de Armas. Esto hace que las votaciones ya no sean tan 'clásicas' como hasta entonces y se diversifique mucho más. Ahí están los premios a Moonlight o Parásitos para demostrarlo", añade.
También recuerda que la "nueva Academia" se sigue resistiendo a premiar a las plataformas como Netflix, precisamente encargada de Blonde. "Esto le resta posibilidades de forma importante. Creo que tiene pocas opciones y todo está cantado para Cate Blanchett, pero también pensábamos lo mismo de La La Land y ganó Moonlight", sentencia.
Chica de moda
Desde que comenzó la promoción de Blonde y a pesar de irse de vacío en todas las entregas de premios, no cabe duda de que Ana se ha convertido en una de las más deseadas de Hollywood. El salto a la meca del cine en 2014 supuso un punto de inflexión en su trabajo y vestuario, prueba de ello sus impecables apariciones en cualquier alfombra roja con un estilo de lo más pulido.
Ha logrado trabajar de la mano de grandes actores y directores, pero también despertar el interés de importantes casas de moda como Louis Vuitton, su firma de referencia para las grandes ocasiones. La maison francesa firma estilismos impecables como el de los SAG Awards, donde lució un vestido satinado y decorado con pequeños cristales que la coronaron como una de las mejor vestidas.
La actriz parece haber encontrado en Louis Vuitton uno de sus mejores aliados y tras una temporada de premios brillante -estilísticamente hablando- todo apunta a que con su presencia en el Dolby Theatre de Los Ángeles volverá a acaparar las miradas y cerrará un año para recordar.