
Gema Aldón llegó a Supervivientes con la promesa de contar secretos de la familia de Ortega Cano, pero el veto de la dirección de Telecinco a hablar de muchos personajes parece haber dejado su participación en agua de borrajas.
Quizá por eso, la hija de Ana María Aldón ha recurrido a su vida personal y su llamativa vida laboral en un tanatorio para llamar la atención. Asegura Gema, de 27 años que mientras hacía las prácticas vio entrar a un hombre por el que sintió un flechazo inmediato.
"Yo me quedé mirándolo y diciendo y diciendo: ‘ay, ¿quién es ese hombre?’. Pero yo estaba disimulando, pero muerta de amor. Fue un flechazo, empezamos a hablar, una cosa llevó a la otra y acabó diciéndome que si me robaba un besito. Yo temblaba, y le preguntaba si estaba seguro de lo que estaba diciendo y, al final, se lo di".
Ion Aramendi preguntó a Gema Aldón si había cadáveres de por medio y ella aseguró que sí, y que de hecho, "los muertos nos bendijeron".
Por lo demás Gema dijo estar "sensible" y que sólo está ahí por su hija, "porque si no…". La causa, "un cúmulo de todo, echo mucho de menos a todo el mundo y lo veo todo tan mal...".
Ana María Aldón, defensora de su hija en el plató de Madrid, aseguró que "nunca había visto a su hija tan enamorada". La ex de Ortega Cano también habló del periodo de tristeza y depresión que atraviesa su hija en la isla: "Nunca se ha separado de su hija, es muy duro y las fuerzas te faltan. Entre que no come y el cuerpecillo que tiene..."


